A partir de hoy, El Salvador será oficial de la Conferencia de Jefes de Fuerzas Aéreas de América, que reunirá a los representantes del Estado Mayor de 21 países del Hemisferio Occidental para discutir intereses compartidos como la crisis en Venezuela y el apoyo humanitario a la región.

El general David L. Goldfein, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, informó ayer que El Salvador albergará la reunión, a celebrarse del 18 al 21 de junio, junto a sus homólogos del centro y sur de América, donde será el coanfitrión en compañía del coronel Manuel Calderón Menéndez, recién designado jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Salvadoreña (FAS).

La visita del alto mando estadounidense se da en un momento crucial para forjar la alianza con sus vecinos latinoamericanos, señaló Goldfein, “en un punto en que la situación que se vive en la región amerita mantener los lazos duraderos y visiones compartidas entre los países”.

En conferencia de prensa telefónica, Goldfein reveló a periodistas latinoamericanos que la reunión acogerá a las representaciones de la Fuerza Aérea de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.

En los puntos de agenda, detalló, está el sistema de cooperación entre las Fuerzas Aéreas de América (Sicofaa, por su sigla en inglés), enfocada en la asistencia humanitaria y el apoyo a desastres “que ha sido muy exitosa en apoyar la labor en Haití y otras operaciones conjuntas, y que podremos extender en el futuro por intereses compartidos”.

Goldfein aseguró que en la reunión se retomarán los “problemas sociales, económicos y los desastres humanitarios causados por los líderes de Venezuela” para encontrar soluciones conjuntas. “Vamos a enfocar nuestra conferencia y conversación en la asistencia militar en una de las situaciones de la región que está generando desastres humanitarios, como lo que ocurre en Venezuela, donde ya se han generado más de 3.8 millones de refugiados”, explicó. Esperan reunirse con aliados que trabajen en conjunto en torno a esta crisis, califcada como desafío global y amenaza para la región.