Despidos por cierre de empresas, suspensión de contratos o retrasos en el pago son los motivos detrás de la caída en la población cotizante del sistema de pensiones en El Salvador, que en junio significó una reducción de 68,193 salvadoreños menos, según los datos de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF).

El último informe de la entidad destaca que en junio pasado en el Sistema de Ahorro de Pensiones (SAP) -que incluye a las AFP Crecer y Confía- se reportaba una población cotizante de 661,024, esta cifra es 9.4 % menor frente a los 729,217 reportados en el mismo mes de 2019.

Si bien tanto el titular del Ministerio de Trabajo, Rolando Castro, como María Luisa Hayem, ministra de Economía, no consideran que las estadísticas de cotizantes de pensiones ni del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) revelan la magnitud de desempleo ocasionado por la crisis económica, estos indicadores dan una muestra del comportamiento del mercado de trabajo en El Salvador.

La cifra presentada por las administradoras de fondos de pensiones es muy similar a los últimos datos de trabajadores reportados por el ISSS, quien destaca que en mayo fueron 814,317, tanto del sector privado como público, unos 65,456 menos (-7.4 %) si se compara con los 879,773 de febrero pasado, cuando comenzaron las medidas de confinamiento.

La institución destaca que el sector privado dejó de reportar 66,208 trabajadores entre febrero y mayo, mientras que el sector público incrementó su planilla en 752.

 

Cinco meses de baja

El Salvador estableció una cuarentena domiciliar obligatoria la segunda semana de marzo y se prolongó hasta el 16 de junio pasado, cuando inició la primera fase de la reapertura económica. Durante ese período, el tejido productivo operó a su mínima expresión de hasta 20 % y solo mantenían actividades consideradas esenciales como alimentos, agro o industria farmacéutica.

El impacto de las medidas de confinamiento y el paro de la actividad productiva se evidencia en los informes mensuales de la Superintendencia del Sistema Financiero, en los cuales se destaca que la población cotizante de pensión comenzó a disminuir en marzo cuando fueron 734,419, unos 6,505 menos si se compara con el resultado mostrado en febrero con 740,942.

En abril llegaron a 695,355 entre las dos AFP y significó una reducción de 39,064 frente a marzo. Luego, para mayo la caída fue de 20,162 cotizantes al llegar a 675,193 y para junio -cuando se inició la primera fase del proceso de reapertura- la reducción fue de 14,169 al quedar en los 661,024.

De esa forma, si se compara los resultados visto en febrero, cuando la economía operó de manera normal, con junio en cinco meses los cotizantes del sistema de pensiones cayeron 79,900.

De momento no se tiene definido cómo avanzará el proceso de reapertura económica luego que la Sala de lo Constitucional declarara inválido el Decreto 32 que establecía el inicio de la segunda fase para el 20 de agosto. Dado que lo dejó vigente hasta el 23 de este mes, el Ejecutivo alargó la primera fase para esa fecha.

Sin embargo, mientras más se prolongue la reapertura económica, algunos economistas y tanques de pensamiento advierten que los efectos de la pandemia en la economía dejaría en las filas del desempleo a más de 200,000 personas en El Salvador.