Los dos vigilantes fueron capturados como cómplices necesarios. / DEM


La Policía Nacional Civil, PNC capturó ayer a dos vigilantes de una barra show, que habrían privado de libertad a tres hombres y luego los entregaron a pandilleros para que los mataran.

Los hechos ocurrieron la noche del sábado en la barra show “Emporium”, situada sobre la carretera Manuel Enrique Araujo y Avenida Olímpica, en esta capital.

Los custodios Erick Vladimir Melara Quintanilla, de 28 años y José Antonio Alfaro, de 38, habrían sido cómplices necesarios, y serán acusados de homicidio en perjuicio de Carlos Jimenez, de 20 años; homicidio tentado en perjuicio de dos personas más, así como de privación de libertad.

“La participación directa que tienen ellos, es que privaron de libertad a los tres sujetos y luego los introdujeron a un vehículo”, dijo un oficial de la PNC

Según la información policial, los vigilantes avisaron por teléfono a sus compinches, que en el referido local, habían tres personas que podrían pertenecer a la pandilla contraria.

Se dice que cuando las víctimas se disponían abandonar la discoteca, los vigilantes los encañonaron y luego los esposaron.

Posteriormente los entregaron a dos sujetos, supuestamente pandilleros del barrio 18 que obligaron a los tres hombres a subirse a un vehículo, propiedad de una de las víctimas.

Luego los llevaron a la calle La Ronda, del cantón El Carmen, al poniente de la colonia Escalón, donde le dieron muerte a Jiménez y dejando gravemente lesionados a sus dos amigos a quienes dejaron amarrados. Luego fueron trasladados a un hospital.

Un muerto y dos heridos dejó el incidente. / DEM


Testigos habrían señalado a los vigilantes particulares, cuando privaron de libertad a los tres clientes, aseguró la Policía

Según la PNC, el vigilante Melara Quintanilla es pandillero de la zona de Las Palmas, en esta capital.

La PNC sospecha que no sería la primera vez que los imputados han cometido el mismo modus operandi en esa barra show, con otras personas que han aparecido muertas.

Según la Policía, el caso, estaría ligado a rencillas entre pandillas, descartando que se trate de un ajuste de cuentas por la venta de drogas.

Las pandillas contratan a los vigilantes para que les avisen cuando llegan pandilleros contrarios, según la PNC