El Ejecutivo anunció una “nueva cuarentena especial”, en una cadena nacional, donde lo más claro fue confirmar porque es tan importante la eficiencia y efectividad en la Administración Pública. Por ejemplo, luego de más de una hora de su monólogo, al Presidente se le escapó mencionar el pequeño detalle de que una de las nuevas restricciones sería la prohibición de la circulación del transporte colectivo, taxis u otro transporte que se suele usar a través de aplicaciones.

Algo que luego se supo en un Decreto Ejecutivo que fue subido, borrado y vuelto a subir en las redes, como ha sido la práctica hasta ahora; pero que entraba en vigencia solo unas horas después. Un funcionario dijo que igual las personas podían ir caminando al supermercado o a la farmacia, supongo que se refería a algún lugar específico de San Salvador donde eso se puede hacer, pero El Salvador, es más que ese lugar específico. Por eso tan importante que las medidas de políticas públicas deben elaborarse partiendo de la realidad del país, no del privilegio de quien la diseñe.

Es evidente que los casos positivos de Covid-19 van en pleno ascenso y que estos 15 días, según lo que ha planteado el Ejecutivo son los claves. Pero, ¿luego qué? Hasta ahora no se conoce ningún plan: ni del quinquenio, ni anticrisis, ni de salud y tampoco de reapertura de la economía. Por lo que hay preguntas que deben ser respondidas: ¿Cómo se asegurará que todas las personas tengan acceso al sistema de salud, si la mayor parte de los hospitales ya no tienen capacidad y, el que se está construyendo en Cifco sigue sin estar listo? ¿Continuarán con los centros de contención y se seguirán manejando como hasta ahora?

¿Qué va a pasar con las personas de la tercera edad, que son uno de los grupos más vulnerables, y qué no tienen una pensión? ¿Cuáles serán las medidas económicas para ellos? ¿Qué va a pasar con los niños y las niñas que estudian en el sistema público, pero no tienen dinero para poder recargar el celular, porque quizá ni tengan acceso a uno? ¿Qué medidas se adoptarán para reducir las cargas del trabajo de cuido, que ha recargado especialmente a las mujeres? ¿Cómo se va a asegurar que todas las personas tengan acceso al agua potable?

¿Cuáles serán las actividades económicas a las que se les va a permitir reabrir en primera instancia? ¿Qué va a pasar con quienes se les ha rescindido sus contratos? ¿Y para el sector informal, que es la mayoría, que no tiene categoría A o B en su perfil crediticio, cómo se les apoyará? ¿Cómo van a seleccionar a las empresas formales que se les ayudará? ¿Qué se va a hacer ante la caída de las remesas? ¿Hay suficientes cantidades de insumos médicos para asegurar que todas las personas al volver a sus puestos de trabajo puedan estar bien protegidos? ¿Qué va a pasar con el transporte colectivo?

¿Por qué siguen sin eliminar los gastos superfluos y no prioritarios? ¿Por qué no han habilitado un espacio especial en el Portal de Transparencia Fiscal para mostrar los gastos, al mayor detalle posible, para atender esta crisis, como lo han hecho otros países? ¿Qué va a hacer el Ejecutivo si no consigue los fondos del endeudamiento? ¿Van a desdolarizar si la falta de liquidez se agrava? ¿Cuál es la hoja de ruta en el tema fiscal? ¿Cuál es el plan?

¿Realmente se ha aprovechado este tiempo para prepararse? ¿Tenemos más herramientas ahora para enfrentar estas crisis? ¿Ha valido la pena generar conflictos con otros países? ¿Realmente la gente es la culpable de los casos positivos, a pesar de que según las estadísticas de Google es la sociedad salvadoreña la que más ha respetado la cuarentena? ¿Cómo se van a construir consensos si cualquiera que piense diferente es visto como enemigo?

El Gobierno ha decidido, en medio de esta crisis, minar cualquier puente que permita enfrentar esta crisis a través del diálogo democrático y del trabajo colectivo entre las diversas fuerzas vivas de este país. Han decidido optar por el ostracismo, por lo que han asumido la total responsabilidad de los resultados de estas crisis. No olvidemos, la participación ciudadana y la rendición de cuentas no están en cuarentena. Hoy más que nunca exijamos respuestas.