Siguiendo los ciclos de asesoría, medicación, hospitalizaciones y encuentros con la ley, la serie muestra también la constante culpa y desolación que sienten los padres, y la preocupación interminable de que sus hijos puedan lastimarse a ellos mismos o a otros.
El documental A Dangerous Son fue inspirado por el tiroteo de Newtown, Connecticut de 2012, cuyo perpetrador padecía una enfermedad psiquiátrica que su madre no pudo tratar sin ayuda del Estado.
El objetivo de esta producción que dura una hora y media, aproximadamente, busca visibilizar esta problemática ya que uno de cada 10 niños estadounidenses sufre trastornos emocionales graves y más de 17 millones han experimentado un problema psiquiátrico.
A Dangerous Son ahonda en la crisis de cada familia, cada una luchando con la enfermedad mental severa de un niño mientras buscan desesperadamente tratamiento frente a recursos y apoyo limitados; exponiendo las grietas de un sistema que daña a demasiadas familias, con consecuencias potencialmente devastadoras para el niño y para otros.
La directora y productora del documental, Liz Garbus, aseguró que intenta dejar un mensaje de concientización para la sociedad y las instancias gubernamentales sobre la necesidad urgente de solucionar ese problema y plantea que si se hubiera ofrecido la atención necesaria a quienes lo necesitaban se hubieran evitado muchas tragedias que concluyeron en muerte.
A Dangerous Son forma parte de la “temporada de documentales” que se estarán transmitiendo por este canal hasta el 19 de noviembre.