La abuela salvadoreña Paz Véliz, de 78 años, residente en Long Beach al sur de California, fue asesinada a puñaladas en un callejón cuando recolectaba materiales de reciclaje, según reportes de Departamento de Policía de Long Beach.

El atacante fue detenido por la policía y ha sido identificado como Kevin Ngo, de 31 años, un vecino de la anciana. Ngo tras apuñalarla varias veces huyó de la escena al ser descubierto por los vecinos.



El homicidio ocurrió el pasado sábado, la policía dijo que incautó un cuchillo del lugar de arresto de Ngo.

La familia de Véliz está consternada con lo sucedido y recuerdan que la abuela visitó la tumba de su difunto esposo, justo un día antes de morir asesinada.


“Era muy difícil para ella después de que mi abuelo falleció, pero ella le prometió que siempre lo visitaría para dejarle flores”.

Albina Soto, nieta de Véliz


La familia de Véliz dice que querían que ella se mudara más cerca de ellos en Oakland, pero ella siempre se negó y decidió visitarlos solo durante las vacaciones.

Véliz pasó los últimos 40 años llamando hogar a Long Beach después de emigrar de El Salvador. Al establecerse aquí, trabajó como niñera y luego como cuidadora de una familia.

“Es difícil aceptar esto... Espero que podamos obtener justicia”, dijo Soto al Long Beach Post.

Según la familia de Veliz, nació el 24 de enero de 1944 en El Salvador donde quedó huérfana a una edad temprana, circunstancias que contribuyeron a su espíritu independiente.

Se mudó a los Estados Unidos en busca de una vida mejor, dijo su familia. Allí encontró al amor de su vida, Guadalupe.

Se cuidaron el uno al otro cuenta Soto, y con frecuencia viajaban juntos a sus lugares de origen en El Salvador.

En Long Beach, Véliz sirvió como un sistema de apoyo para sus hijos de relaciones anteriores y otros familiares en El Salvador que, como ella, querían irse en busca de mejores oportunidades.

“Estoy completamente destruida. ...nunca me fuera imaginar algo así que le fuera pasar a mi familia”.

Albina Soto, nieta de Véliz


A principios de esta semana, Soto viajó de Oakland a Long Beach para sacar las pertenencias de Véliz de su condominio. Recordó cómo su abuela amaba la naturaleza, salía a caminar todos los días y cuidaba sus plantas fuera de su condominio.

“Estamos orando... esperando que ella haya encontrado la luz y a mi abuelo”, se lamentó Soto.

En lo que va del año la policía indica que han ocurrido 23 homicidios, de los 23 homicidios, 11 ocurrieron en el norte de Long Beach.