El sector industrial ha reportado una contracción en la actividad económica en los últimos cuatro trimestres. Según el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), Jorge Hasbún, la dinámica está ligada a la caída en los pedidos internacionales y una baja competitividad del país frente a los pares centroamericanos.

“Son dos elementos que hemos identificado principalmente: el primero, que lo veníamos hablando desde noviembre del año pasado, es que los pedidos de las empresas en Estados Unidos habían bajado, y para el sector industria de textil y confección es este el principal destino”, indicó Hasbún.



El vocero de la gremial explicó que la competitividad de El Salvador frente a Guatemala, Honduras o Nicaragua ha caído debido al alto costo de la energía eléctrica, de arrendamiento y del agua.

Los datos del Banco Central de Reserva (BCR) señalan que, dentro del Producto Interno Bruto (PIB), el sector de industrias manufactureras se encuentra en contracción desde el segundo trimestre de 2022.

En el primer trimestre cayó también el sector de explotación de minas y canteras, así como agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, suministros de agua, comercio y reparación de vehículos, junto a las actividades inmobiliarias, atención de salud, impuestos netos e importación de bienes y servicios.

Menos mano de obra.

El sector industrial no solo reportó una baja en cuanto a actividad económica, pues los datos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) confirman un descenso de 10,955 trabajadores cotizantes entre marzo de 2022 y el mismo periodo de 2023. La institución registró 187,299 empleados para el primer trimestre de 2023, mientras que en 2022 la cifra rondó los 198,254.

Los cotizantes totales en el Seguro Social han incrementado en el último año, tras sumar 947,510 trabajadores al primer trimestre de 2023, al menos 23,593 más que en marzo de 2022. Sin embargo, en el sector privado el rubro de la industria manufacturera, explotación de minas y canteras y otras actividades del ramo fueron los únicos que registraron una reducción.

DEM

Hasbún destacó el papel del sector construcción, un rubro que sigue apalancando la actividad económica en El Salvador y que obtuvo los niveles más altos dentro del PIB al primer trimestre de 2023, al registrar 17.9 %.

“Pero no se ve una tendencia de crecimiento multisectorial, sino que todo está empujado por el sector construcción ahorita”, señaló Hasbún.

El empresario indicó que el rendimiento de los sectores puede estar ligado a las tasas de inflación, la facilitación de comercio y a la pérdida de empleos en el rubro industrial, que desincentivan al movimiento económico en el rubro industrial.

A pesar de la contracción, el BCR confirmó esta semana que la demanda de insumos para la construcción de escenarios deportivos, durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, impulsaron el Índice de Producción Industrial (IPI), con un crecimiento del 5.2 % en mayo pasado.

Hasbún indicó que como Cámara buscan brindar más conocimientos a los empresarios para potenciar sus negocios.

Aseguró que la única forma para superar problemas como la competitividad es otorgar un valor agregado a la mercadería.