Hickson rodaba una escena de la película de terror “Ghostland”, en diciembre de 2016, que exigía que su personaje golpeara con sus puños una puerta de cristal. Durante su último día en el set, el director Pascal Laugier le pidió que golpeara con más fuerza la puerta de vidrio. Taylor siguió las indicaciones y el desenlace fue fatal.
El cristal de la puerta terminó quebrándose y le ocasionó graves heridas en su rostro. La actriz canadiense sufrió un severo corte en la mejilla que requirió 70 puntos de sutura.
"La asistente de arte me sostuvo la cara con servilletas en sus manos. Había tanta sangre",relato la actriz en la demanda que ha interpuesto para obtener una indemnización por los daños sufridos, según el medio estadounidense Deadline.
"Se desconoce en este momento si cualquier tratamiento adicional, incluida la cirugía plástica, reduciría la apariencia visual de la lesión", reza parte del escrito presentado. En la demanda también se señalaa que Hickson ha perdido proyectos proyectos cinematográficos a causa de su accidente.