Agricultores del norte de México paralizaron este lunes el tránsito en varias aduanas fronterizas con Estados Unidos, en protesta por los altos costos de producción, la falta de subsidios energéticos y el impacto que tendría la nueva Ley de Aguas Nacionales sobre el uso de pozos.

El bloqueo incluyó el cierre del Puente Internacional Córdova–Américas, también conocido como Puente Libre, una de las vías más utilizadas entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas.

Desde ese punto, el productor Gerardo Fierro hizo un llamado a la comprensión ciudadana y criticó las desigualdades con sus pares estadounidenses. “No somos delincuentes, no queremos más que trabajar, pero hay una injusticia como nunca nos había sucedido. En Estados Unidos un agricultor compra el diésel a catorce o trece pesos; nosotros lo estamos comprando a veinticuatro. Así no podemos competir”, expresó a EFE.

Además del alza en el combustible, Fierro advirtió que la nueva Ley de Aguas podría dificultar la transferencia de tierras y anular permisos para el uso de pozos, situación que afectaría directamente el valor de las propiedades rurales. “El gobierno dice que el agua es del pueblo, y por eso la estamos defendiendo. Si venden un terreno sin agua, pierde su valor. Imagínese que un agricultor tenga que esperar tres años para recuperar un permiso. Es injusto”, afirmó.

Desde el Valle de Juárez, Fidel Mendoza Hernández, representante de la Junta Local de Sanidad Vegetal, aseguró que la legislación “estrangularía” al campo mexicano. “Nos harían delincuentes a la hora que nos cancelen los títulos de los pozos. Ya no podríamos ejercer lo que hemos hecho nuestros padres y abuelos. No tenemos prórrogas, no dan los títulos a tiempo, no hay apoyo para la energía eléctrica, no hay apoyo al diésel ni a los insumos. Es muy difícil ya producir en México”, lamentó.

En al menos 17 de los 32 estados del país, los agricultores bloquearon accesos clave, incluida la carretera Panamericana en la entrada sur de Ciudad Juárez, y estiman que más de un millón de tráileres están detenidos como medida de presión. Los manifestantes exigen mayor seguridad en las rutas federales ante el incremento de asaltos contra transportistas.

Los líderes agrarios aseguraron que la movilización es apartidaria y refleja un deterioro estructural del agro. “No es un problema de partidos, es un problema estructural de la agricultura en México”, comentó uno de los participantes que pidió mantener el anonimato. Agregaron que no se retirarán hasta obtener acuerdos concretos.

Ante los bloqueos, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, aseguró que “no existe razón para mantener dichos bloqueos y manifestaciones”, y reiteró que “el diálogo ha estado permanentemente abierto y existe plena disposición para abordar los planteamientos de los sectores agrícola y transportista”.

Los agricultores rechazan la nueva Ley General de Aguas que impide transferir concesiones de uso entre particulares y obliga a que estas pasen por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para su redistribución. También exigen una revisión inmediata del precio del diésel, subsidios para energía eléctrica e insumos agrícolas, así como seguridad en las rutas nacionales.