Según datos estadísticos de la Dirección Nacional de Planificación del Ministerio de Educación (Mined), en cinco años 77 mil 655 jóvenes dejaron la escuela. Solo el    42.6 % de los que en 2011 cursaban sexto grado en el sector público, se graduaron de bachilleres el año pasado, es decir, 57,731 estudiantes.

“Si vemos la diagonal, desde el 2011, año con año el sistema va perdiendo niños y niñas, si hacemos una diferencia hemos perdido 77,655”, lamentó el director Nacional de Gestión Educativa, Renzo Valencia.



“Esta brecha está clara, el reto es enorme, son casi 80 mil jóvenes los que en el tránsito de sexto (grado) al bachillerato se pierden en el sistema”, dijo por su parte el titular de Educación, Carlos Canjura.

Por ello, como un desafío del Programa El Salvador Educado (PESE), el Mined se ha planteado desarrollar estrategias para garantizar la transición de los estudiantes en los 12 grados escolares, que comprenden desde parvularia hasta bachillerato.

Una de esas estrategias es ampliar la cobertura en educación media con dos mil estudiantes más, por lo que el Consejo Nacional de Educación anunció la apertura de aproximadamente 50 secciones en los institutos. Además, se ampliarán las ofertas de modalidades flexibles, para que 41,880 jóvenes y adultos con sobreedad puedan seguir estudiando.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) propuso que cada escuela lleve un registro de jóvenes en riesgo. Según la representante de Unicef, Marina Morales, los indicadores de riesgo son: la inasistencia a clases, los que tienen sobreedad, bajas calificaciones, los amenazados por violencia y el embarazo precoz. “Cuando tú ves esa población, tú tienes por seguro que se te van a ir tarde o temprano”, explicó.