Arabia Saudita es el único país candidato a la organización del Mundial de fútbol de 2034, anunció este martes la FIFA, y ello debería conducir a su oficialización a finales de 2024 como sede del torneo si cumple con los requisitos técnicos.

El reino ultraconservador, que en los últimos años ha multiplicado sus inversiones en el deporte, organizaría el evento cuatro años después de que en 2030 lo hagan España, Portugal y Marruecos. En esa edición de 2030 están previstos además tres partidos en Sudamérica [Uruguay, Argentina y Paraguay].



Australia decidió renunciar a su candidatura para organizar el Mundial-2034 de fútbol, reforzando aún más las opciones de Arabia Saudita, más favorita que nunca para celebrar el evento.

"Hemos estudiado la posibilidad de presentar una candidatura para organizar el Mundial de la FIFA y, después de haber tenido en cuenta todos los factores, hemos decidido no hacerlo para la competición organizada en 2034", escribe la federación Football Australia en un comunicado.

Después de haber anunciado estar en conversaciones con Australia para presentar una candidatura común a la organización del Mundial-2034, la federación indonesia de fútbol apoyó finalmente hace diez días la candidatura saudita, apoyada oficialmente por la Confederación Asiática de Fútbol.

La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) fijó el 31 de octubre como fecha límite para el envío de candidaturas.

Arabia Saudita, que ya tenía como objetivo el Mundial-2030, está invirtiendo masivamente para hacerse con un hueco en el fútbol mundial, al igual que sus clubes, que lograron atraer en el verano boreal al francés Karim Benzema o al brasileño Neymar Jr entre otras estrellas.

Organizaciones de Derechos Humanos preocupados


La retirada de la candidatura de Australia deja a Arabia Saudita como única aspirante para acoger un torneo que supondría un nuevo paso adelante en el proyecto del reino de convertirse en una potencia deportiva mundial. Esos planes inquietan a organizaciones de lucha por los Derechos Humanos.

La Alianza Deporte y Derechos, una coalición de organismos que incluyen grupos de defensa de los Derechos Humanos y estructuras anticorrupción, declaró este martes que la ausencia de competencia en la organización del Mundial-2034 pone en riesgo la popularidad del evento de la FIFA.

Esta coalición afirmó que era vital para la FIFA aprobar y mantener acciones vinculantes para poder garantizar los Derechos Humanos por parte de los países candidatos a la organización del Mundial.

"La FIFA debe ahora dejar claro lo que espera de los anfitriones en términos de respeto de los Derechos Humanos", estimó Steve Cockburn, jefe de Economía y Justicia Social de Amnistía Internacional.

"También deben estar preparados para suspender las candidaturas si hay riesgos importantes contra los Derechos Humanos que no se han tenido en cuenta", estimó.

Catar, país vecino de Arabia Saudita y que albergó en 2022 el primer Mundial de fútbol en Oriente Medio, recibió importantes críticas por parte de grupos y asociaciones, que señalaron especialmente el trato a los trabajadores extranjeros en el emirato.

"La mejor forma para que la FIFA garantice los derechos de los trabajadores y asegurar una libertad de expresión es prevenir potenciales discriminaciones durante el proceso de selección, no después de que los candidatos hayan sido confirmados y que la preparación haya comenzado", apuntó Cockburn.

El director de iniciativas mundiales de Human Rights Watch, Minky Worden, anunció que "teniendo en cuenta la amplitud del Mundial, todas las candidaturas de ese torneo conllevan riesgos y también oportunidades que no se deben dejar pasar".

"La política de los Derechos Humanos en la FIFA no debe reducirse a un ejercicio escrito, sobre todo cuando se trata del evento deportivo más seguido del mundo", sentenció.