Los últimos diez minutos fueron galos. Impulsados por un Mbappé sin límites, Les Bleus bombardearon el arco del Dibu Martínez. Cada pelota de Mbappé era una locura en toda su expresión: parecía que en cualquier momento lo podía ganar Francia por obra del iluminado Kylian. Messi lo intentó hacia el final, para recobrar la ventaja. Pero en el último minuto Hugo Lloris le negó la gloria. La Copa del Mundo no era para nadie en los 90 del reglamento. Habría que ir hasta el suplemento para definir al nuevo soberano.
Argentina tenía el triunfo en las manos. Todo parecía dicho para los dos Lioneles: Messi y Scaloni. El sueño de tambaleó poco a poco y el gol del empate de Mbappé eclosionó todo. Por diez minutos, se jugaron los instantes más eléctricos, cardíacos y emotivos de Qatar 2022. Un 2-2 en 90 minutos, con todo por definirse en tiempos extras, era un escenario probable, que muchos pudieron imaginar en los días previos. Pero con 79 transcurridos, algo así era imposible. Y pasó, con sello de un jugador de 24 años que era cosa seria en Rusia 2018 y que hoy ha reclamado el adiós a la etiqueta de promesa.