Este miércoles por la mañana es imposible pasar por la zona y no advertir los destrozos, la cantidad de basura todavía tirada y los daños incluso en comercios y el mobiliario urbano. También se veía personal del Gobierno porteño con hidrolavadoras y juntando la basura que aún permanecía en las calles.
El Obelisco es el monumento porteño que más sufre. Los ataques con pintadas hicieron que desde hace años una reja perimetral lo protegiera en la Plaza de la República. Pero entre el domingo y el martes sufrió todo tipo de ataques.
Las rejas fueron vulneradas, por lo que desde el Gobierno porteño decidieron retirarlas entre el domingo y el lunes. El día del partido, por la noche, un grupo de personas violó la puerta de ingreso y trepó hasta la cima, a 67 metros del piso, para sacar el cuerpo por las ventanas superiores.

La solución del Ministerio de Espacio Público de la Ciudad fue soldar la puerta, "la blindamos", dijeron las fuentes. Pero el martes temprano la rompieron a mazazos. Una vez que se logró sacar a la gente que había ingresado, se tomó la decisión de cortar la escalera de hierro que lleva hasta la cima. Pese a todo, el martes, cuando caía la noche, otra vez se vio a una persona colgarse de una de las ventanas. Cuando los bomberos intentaron ingresar para bajarlo, hubo incidentes con la Policía.
El histórico monumento porteño es el epicentro de los grandes festejos deportivos y manifestaciones políticas en la Ciudad.
Ahora, los trabajos consistirán en reponer la escalera, la puerta y las rejas del perímetro. También tendrán que remover los grafitis y las pintadas, que incluyen el nombre de Lionel Messi.
Desde el Gobierno porteño explicaron que el relevamiento total de los daños comenzó el martes por la noche, debido a que la gente se quedó en la zona hasta tarde. Y aseguraron que puede llevar varios días. Por eso, todavía no se sabe el costo exacto de las reparaciones: "Lo vamos a determinar a medida que avancemos con el inventario de destrozos", dijeron desde la Ciudad.

Sin embargo, aclararon que están terminando de hacer un relevamiento de las cuestiones más "urgentes", como luminarias que perdieron los cableados o semáforos que fueron arrancados o cayeron porque no resistieron el peso de quienes se subieron a ellos.
También quedó destrozado el cartel con las letras BA, rodeado de una cubierta verde. Las roturas tuvieron que ver con que mucha gente lo usó para subirse y tener una vista en altura de los festejos.
Algo similar ocurrió con los techos del Metrobus. Las estructuras resistieron el excesivo peso de cientos de personas que se treparon durante los festejos del domingo y el martes. Y si bien no hubo desprendimientos ni caídas, sí quedaron inservibles los paneles solares.

Según se pudo saber, el daño que se produjo es irreparable, aunque los arreglos no son urgentes, ya que no afectan el servicio de colectivos.
Más rápido deben sen recuperados semáforos y luminarias dañadas en toda la zona. Son la prioridad, junto con las pintadas y el ingreso y la reja del Obelisco.
Como la magnitud del festejo, que devolvió imágenes inéditas en cuanto a cantidad de gente poblando la avenida 9 de Julio, también fue ínedita la cantidad daños.
Y más allá del mobiliario urbano, también lo padecieron comerciantes de la zona, a quienes les quedaron destrozos y pintadas en persianas de comercios y puestos de diarios.
