El director brasileño Marcelo Caetano esboza en el filme "Baby", presentada este martes en la 77 edición del Festival de Cannes, en Francia, la vida de la comunidad LGBT en la bulliciosa Sao Paulo, a través de la historia entre un hombre joven y otro más maduro.
Ronaldo, que ronda los 40, ha encontrado en la prostitución su medio de supervivencia en la tentacular urbe, de más de 12 millones de habitantes. Conoce a "Baby", un chico de 18 años que acaba de salir de un centro de detención, y enseguida surge una fuerte atracción entre ellos.
"Baby", que ha perdido el contacto con sus padres, ve en este hombre una protección y un guía para iniciarse en el mundo de la prostitución. Juntos recorren las calles de Sao Paulo y se sumergen en su bullicio pero también en sus zonas más turbias.
Entre ellos se teje una relación compleja, que oscila entre el amor, el trabajo y la protección.
"La gente vive en un momento con una sed muy grande de categorización, de colocar todo en cajas, de definir bastante las cosas. Mi idea era hacer un filme que es más para confundir que para esclarecer", añade.
Para encontrar a sus protagonistas, el cineasta hizo un casting abierto, con anuncios en internet, en lo que considera "un acto político", que le permite convocar a todos los intérpretes posibles para que tengan la oportunidad de mostrar su talento y trabajar con personas que están fuera del circuito de actores más conocidos.
"Polarización"
Es el caso de Joao Pedro Mariano, que con el papel de "Baby" da sus primeros pasos en el mundo del cine.
Para preparar el personaje, el actor de 21 años estuvo varias veces en un centro de detención de menores para comprender mejor el sentimiento de esos jóvenes encerrados y también se impregnó de la vida en Sao Paulo.
"Viví en el centro de Sao Paulo, donde conocí a esas personas, intercambié mucho, caminé mucho" por la ciudad, explica Mariano, cuyo personaje se hace amigo de unos jóvenes LGBT que viven en la calle haciendo espectáculos.
"Tuve ese honor de tener un trabajo basado mucho en la investigación para entender al personaje y entender esos sufrimientos", agrega.
Caetano empezó a pensar en "Baby" hace seis años y creó al protagonista a partir de muchas entrevistas con jóvenes LGBT sin techo.
Pero la película cambió mucho en esos seis años de escritura.
"Tuvimos un gobierno de Bolsonaro, tuvimos una serie de cuestiones muy tensas en Brasil, una polarización muy fuerte y una violencia cada vez más grande contra los cuerpos LGBT, los negros, las mujeres", recuerda el director, en unas circunstancias que le llevaron a ir modificando el guión.
El cineasta lleva 15 años filmando Sao Paulo, una ciudad que atrae a miles de personas en busca de una vida mejor, y se interesa sobre todo en los que viven literalmente en la calle. "Soy un enamorado de Sao Paulo, uno de los raros", bromea.
"Me gusta imaginar el mapa de la ciudad como el mapa de un cuerpo. Tiene ojos, tiene un corazón pero también tiene cicatrices", dice el director, cuyo anterior filme "Corpo elétrico" ya estaba ambientado ahí.
Para él, esta gigantesca ciudad "tiene una generosidad dentro de todo ese anonimato, de tanta confusión [...]. Siempre va a encontrar alguna cosa para usted, aunque no será lo que imaginaba, no será lo que esperaba, pero se verá sorprendido por algo que no sabía que quería", explica. "Para mí, narrativamente, es muy interesante".