Ashley Schneider y James Sisson querían tener una boda inolvidable y diferente a las demás, ambos decidieron escalar la montaña más alta de la Tierra y casarse en ese lugar.

Tras un año de haberlo planeado y 3 semanas de viaje, los novios juraron amarse por el resto de sus vidas a más de 5 mil metros a nivel del mar, desafiando las temperaturas heladas, el terreno extenuante y el mal de altura.



Charleton Churchill, el fotógrafo de bodas en aventura, documentó todo el viaje, el cual valió la pena, puesto que las imágenes son grandiosas y de seguro serán uno de los mejores recuerdos de la pareja.

“Por mucho que quisiéramos compartir nuestro día, nos sentíamos atraídos por la idea de escapar y casarnos en una vacaciones increíbles“, explicó la novia al Daily Mail.