El Cuerpo de Bomberos informó este jueves que aún no reportan incidentes por manipulación de pólvora en El Salvador e instó a los salvadoreños a que denuncien las ventas de pirotécnicos prohibidos por la ley.
El director de Bomberos, Baltazar Solano, dijo durante una entrevista en Telecorporación Salvadoreña que aún no reportan ningún incidente por la manipulación de pólvora y que esperan mantenerse así, especialmente sin casos de menores quemados.
Solano recordó que las quemaduras por pólvora en niños son "muy lamentables" porque generan daños físicos y psicológicos "irreversibles" por amputaciones, pérdida de la visión y de la audición en algunos casos.
"De momento no tenemos (incidentes), gracias a Dios, y esperamos que así sigamos y que definitivamente no tengamos niños quemados, le apostamos mucho a eso. Es muy lamentable con daños físicos y psicológicos que sufren los niños". Baltazar Solano, director del Cuerpo de Bomberos de El Salvador.
El titular de Bomberos dijo que mantienen monitoreo constante para identificar posibles pirotécnicos que generen daños similares a los cuetes prohibidos en El Salvador, pero instó a los salvadoreños que denuncien las ventas ilegales de estos pirotécnicos regulados en la Ley Especial para la Regulación y Control de las Actividades Relativas a la Pirotecnia.
En ese sentido, recordó que los cohetes prohibidos por ley son: morteros arriba del número 5, bomba de mezcal, fulminantes, triángulo de la muerte, pelotas de fútbol explosivas, destructor, mina de mar, botellita de champan, silbador, misil chino, y rocket chino.
Solano explicó que estos pirotécnicos están prohibidos por la gran cantidad de pólvora que contienen y que puede generar amputaciones y porque sus envoltorios son de cartón resistente o de plásticos que durante la detonación vuelan a grandes velocidades y lesionan la piel o los ojos.
El Club Shriners afirmó ayer que durante las festividades decembrinas de 2024 se reportaron entre 100 y 1110 niños quemados en el Hospital Bloom de San Salvador, sin contabilizar, los menores que son atendidos en otros centros de salud o en sus viviendas.