Bonilla comentó que al llegar al Viitorul de Rumania en 2014 procedente de Alianza FC tenía que pasar 90 días de prueba, de lo contrario, era descartado, pero entre dos brasileños y el salvadoreño terminó por quedarse Nelson. Recordó que le llamaron la atención después de marcar dos goles que siempre quería regatear a todos, pero tuvo la suerte que Hagi pulió su estilo de juego.
“Tuve la suerte que él (Gheorge Hagi) me agarró y me dijo, que un delantero hacía varias cosas con pelota y sin pelota, me dijo en dos semanas los movimientos que tenía que hacer, vio que lo capté y comencé a jugar, metí mi primer gol, el segundo partido metí dos goles y comencé a jugar”, comentó Bonilla.
Nelson destacó que durante su estancia en Europa sufrió un cambio físico increíble y se tomó a bien ser más diligente tras llegar al gimnasio dos horas antes del entreno que era a las 9 de la mañana, asimismo, mencionó que cuando ganó su primer partido recibió un total de 500 euros, es decir, 539.88 dólares.
“Cuando ganamos el primer partido a Astra Giurgiu, el lunes me llaman que tenía que subir a recoger un bono, yo no sabía, entonces voy y me dan 500 euros cuando ganamos”, dijo Bonilla.
El delantero salvadoreño comentó que un rumano le explicó que la cantidad anterior era dada al ganar a equipos grandes, por un triunfo a equipos chicos, Nelson podía recibir 323 dólares, pero si se le ganaba al Dinamo Bucarest, club odiado por el entrenador Hagi, el cuscatleco podía recibir 1,079 dólares.
“Si le ganábamos a un equipo pequeño eran 300 euros, si ganamos a un equipo que Hagi odia que es el Dinamo de Bucarest, el rival de Steaua, eran 1,000 euros, mi mente revolucionó y dije que era mi mundo, pero la misma inexperiencia del jugador salvadoreño hizo que no renovara un año más”, manifestó Bonilla.