Y es que, ya sea con canciones de su último álbum, 'Legendaddy', o con temas disparados desde sus inicios en los noventa, años en los que él mismo acuñó el nombre de reggaeton para el género latino que hoy 'mueve' al mundo, el puertorriqueño tiene la capacidad de encender al público. Incluso hasta llegando con retraso.
Y lo suyo ha sido un retraso de más de dos horas, pues Ramón Luis Ayala Rodríguez ha asaltado el escenario a las 1.00 horas de este domingo en lugar de las 23.00 horas.
A ritmo de 'Remix', Daddy Yankee ha salido a las tablas arropado por un incombustible cuerpo de baile formado por una docena de personas. Entonces, los asistentes, muchos de ellos con kilómetros y horas de espera a las espaldas, han visto recompensado su esfuerzo: están presentes en la despedida del 'rey del reggaeton'. Es historia.
El artista, vestido con camiseta blanca y pantalón y traje naranja con estampado de leopardo negro y azul, así como sus clásicas gafas de sol, ha continuado con 'Problema' y 'Rompe', cantadas entre gritos de emoción de un público repleto de banderas de países de América Latina y pancartas de agradecimiento y amor por el cantante.