Según la encuesta, de 537,518 salvadoreños en dicha condición, el 51 % son personas de 60 años de edad en adelante; 229,160 de 30 a 59 años, mientras que de 18 a 29 fueron 33,407 y en menor cifra, 14,430 en niños de 10 a 17 años de edad.
Por género, la Digestyc mostró que de los 198,209 hombres, 85,706 son de 60 años de edad en adelante, 86,738 de 30 a 59 años, mientras que entre 18 a 29 años se registraron 16,933 y en menor rango los niños de 10 a 17 años de edad con 8,833.
La tasa de analfabetismo en este segmento poblacional, expone que el 1.8 % de los niños entre 10 y 14 años no saben leer ni escribir a nivel nacional, y 1.9 % de quienes tienen entre 15 y 24 años. Cuando la edad aumenta, también sube la tasa a 3.1 % para los salvadoreños entre 25 y 29 años y es 10 % para quienes tienen de 30 a 59 años.
Las mujeres en dicha situación son 339,309; 174,815 son de 60 años de edad en adelante, 142,422 de 30 a 59 años, asimismo 16,474 entre 18 a 29 años y en menor rango las niñas de 10 a 17 años de edad con 5,598.
Los datos reflejan que las mujeres son las más afectadas, la tasa de analfabetismo en la población femenina es de 11.7 %, mientras que en los hombres baja a 8.1 % que viven en esta condición.
La tasa de analfabetismo a nivel nacional es de 10%, pero al detallar acorde a la zona geográfica, el área rural expresa que el 46.3 % de los adultos mayores de 60 años no saben leer ni escribir frente a un 20.5 % en la región urbana.
Del total de personas con analfabetismo, 435,336 se registran en adultos mayores de 60 años.
El último dato.
Al menos 21,103 salvadoreños fueron declarados analfabetos en 2021, esto según datos del Departamento de Estadísticas Educativas del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (Mineducyt).El reporte indica que para el 2021 se reportaron 537,518 personas de edad igual o mayor a 10 años que no tienen las habilidades suficientes para leer o escribir, mientras que en 2020 se reportó un total de 516,415.
¿La pandemia agudizó?
El secretario general del Sindicato de Maestras y Maestros de la Educación Pública de El Salvador (Simeduco), Daniel Rodríguez, manifestó que la alfabetización de los salvadoreños se descuidó desde la llegada del nuevo gobierno y se agudizó a causa de la pandemia.“Las personas que se encargaban de la alfabetización, la unidad que tenía el Ministerio de Educación cayó y ya no se observaron aquellos promotores educativos a centros escolares a pedir apoyo de los estudiantes de tercer ciclo y universidades para que apoyaran en la formación, no se ha visto que llegaran a promover por lo cual, el impulso que se tenía por desaparecer el anafabetismo del país quedó estancado con la llegada de este gobierno y es ahí donde refleja la situación que ha aumentado, porque no se ha seguido acatando”, declaró Rodríguez.
El representante de Simeduco señaló que pese a que en el Gobierno anterior no se erradicó por completo el analfabetismo, el Estado realizó esfuerzos para que los estudiantes realizarán su servicio social enseñando a dichas personas, pero ”este gobierno lo suprimió y dijeron ya que no era obligación”.
En oriente la tasa de analfabetismo es más alta, donde encabeza el departamento de La Unión con una incidencia del 18.9 % y Morazán con 17.7 %. El porcentaje más bajo lo tiene San Salvador con un 5.4 %.
Por su parte, el director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), Óscar Picardo, expuso que uno de los factores que pueden generar dichas problemática es el interés de los padres, así como el mismo grado académico que estos posean.
“Aquí tiene que ver también el interés de los padres, el mismo grado académico de los padres, el nivel cultural ya que el educativo de los padres incide en esto, sobre todo en situaciones en familias de pobreza multidimensional, donde la gente opta porque el niño trabaje”, indicó el pedagogo.
Picardo explicó que los padres de familia muchas veces se van por ese “motivo”, que trabajen. “En El Salvador si una persona no tiene una educación ‘por lo menos’ hasta bachillerato se dificulta optar por un empleo ‘digno’, dando como consecuencia que se repita el ciclo de pobreza, y eso hemos estado viendo”.
Asimismo, el experto en educación señaló que en varios centros educativos, principalmente de las zonas rurales no cuentan con un docente por aula, sino que éstos imparten hasta en tres grados, dando como resultado que el docente reciba mayor carga académica, dificultando que los niños reciban una adecuada educación.