"El juego del calamar 2" es un reflejo distópico del lado oscuro del capitalismo

Miércoles 08, Enero 2025 - 4:15 AM
Personas rodean un inflable de la muñeca Young-hee que promueve la segunda temporada de la serie surcoreana de Netflix, en Seúl. Photo by Jung Yeon-je / AFP

La serie analiza más profundamente el contexto económico y las limitaciones que rodean a los juegos surrealistas.

Muchos esperaban con impaciencia la segunda temporada de "Squid Game" (El juego del calamar), el programa más visto de Netflix de todos los tiempos. La primera temporada contó con jugadores que participaron en una serie de juegos infantiles mortales para ganar premios en metálico. La nueva temporada, que también va camino de establecer otro récord en Netflix, analiza más profundamente el contexto económico y las limitaciones que rodean a los juegos surrealistas. Más de un tercio de la temporada se desarrolla fuera del escenario real del juego, lo que resalta las circunstancias distópicas de la vida que llevan a los participantes a participar en la competencia mortal en primer lugar. En muchos sentidos, la temporada 2 de "El juego del calamar" es una historia muy surcoreana. El país tiene uno de los niveles más altos de deuda familiar del mundo, gran parte de la cual se debe a un sistema de seguridad social deficiente. En particular, un sistema de salud nominalmente público descarga cargas considerables sobre quienes requieren tratamientos u operaciones especiales. El juego también se ha convertido en un problema social y económico apremiante entre los jóvenes coreanos. Más allá de eso, la temporada 2 destaca una característica específica de un sistema capitalista basado en una competencia de suma cero: la gente se ve atraída por la promesa de victorias de cuento de hadas para unos pocos, a pesar de que resulta en pérdidas devastadoras para la mayoría.

La ilusión de la elección

En contraste con otras críticas contemporáneas al capitalismo que tienden a resaltar a los jugadores detrás de escena, Squid Game descubre las razones por las que el público en general sigue el sistema en primer lugar. Es una descripción de un abismo financiero individual muy real. "El juego del calamar" no rehuye el motivo de la codicia, un sentimiento resumido en la película Wall Street de 1987. Sin embargo, el programa enmarca esta codicia en un panorama más amplio de quiebras personales, facturas de atención médica impagas y pérdidas en juegos de azar en forma de inversiones criptográficas fallidas. Dirk Matten Professor of Sustainability, Hewlett-Packard Chair in Corporate Social Responsibility, Schulich School of Business, York University, Canada.