El mantenimiento del Puerto de La Unión costó $35 millones en 14 años
Jueves 15, Agosto 2024 - 5:00 AM
Si se suman los $180 millones que se destinaron a la construcción, la terminal ha costado $215 millones desde su inauguración.
Bajo el ferviente sol con una temperatura de 33 grados, al final de la planicie de concreto se visualiza un barco, el único cliente que tenía este miércoles el Puerto de La Unión Centroamericana (PLC) y de los pocos que llegarán a la terminal en 2024. Pensada como una obra faraónica, la terminal terminó siendo una carreta sin ruedas que le ha costado a los salvadoreños más de $35 millones solo en mantenimiento en los últimos 14 años, según la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA).
"(Son) $35 millones se han erogado de las arcas del Estado para pagar personal y para poder mantener este puerto en ciertas condiciones óptimas para su operatividad", afirmó Federico Anliker, presidente de CEPA, para quien la inversión tiene un objetivo: que la terminal marítima "no se eche a perder".
Anliker aseveró que la anterior administración, durante el gobierno de Salvador Sánchez Cerén, realizó gastos operativos que no eran suficientes para quitar la viñeta de "abandono" de la terminal.
Según CEPA, el puerto ha costado alrededor de $215 millones a El Salvador, tomando en cuenta los $180 millones que costó su construcción.
Los altos costos de mantenimiento del Puerto de La Unión sin una retribución al Estado ha generado descontento desde su inauguración. En 2017, CEPA reveló, a través de un recurso de Acceso de Información Pública solicitado por Diario El Mundo, que el mantenimiento de la terminal costó más de $17.3 millones entre 2009 y 2016.
El gran problema del puerto es que se construyó en una zona de mucha sedimentación por el arrastre de materiales, piedras o lodo a través de corrientes de lluvia y erosión del suelo, que al acumularse restan profundidad al canal de acceso y los grandes barcos no pueden ingresar. La solución es dragar, pero los costos superan a los beneficios. De esa manera, la terminal nunca logró operar a su máximo potencial y quedó en el olvido la promesa con la que se construyó: ser el competidor del Canal de Panamá, que precisamente este jueves cumple 110 años.