Algunos de sus seguidores cayeron en la cuenta de que Messi exhibía un nuevo tatuaje que no pasó desapercibido: un beso a la altura del músculo oblicuo. La huella de los labios, al parecer, corresponde a la de su mujer Antonella Rocuzzo, con la que se dio el “sí, quiero” el pasado mes de julio en una multitudinaria ceremonia en Rosario, la ciudad natal de ambos.
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