El riesgo país de El Salvador aún no retorna a los niveles prepandemia, pues el 2 de enero de 2020, antes de que iniciara la emergencia sanitaria, este rondaba los 3.88 puntos, y hasta el 4 de marzo pasado la cifra aún se mantuvo en 6.84 puntos.

El Índice de Bonos de Mercados de Emergencia (EMBI) es una herramienta calculada por la financiera estadounidense JP Morgan Chase & Co.



Este índice se encarga de medir la diferencia de las tasas de interés de los bonos pagados en dólares emitidos por economías de mercado emergentes, con los títulos del Tesoro de los Estados Unidos.

El economista y académico de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Daniel Serrano, señaló que el EMBI representa el principal indicador de riesgo país para El Salvador.

Desde la pandemia de covid-19, el riesgo país de El Salvador se disparó, hasta el grado de alcanzar los 35.12 puntos el 15 de julio de 2022, el valor más alto alcanzado.

El EMBI comenzó a descender desde entonces y, de manera lenta, se ha estabilizado sobre los seis o siete puntos a partir del 31 de agosto de 2023.

Una cadena de efectos.

Serrano aseguró que la baja en el riesgo país está ligada a la “estabilidad política” y la confianza de los inversionistas en el gobierno. En esta situación también influye las condiciones macroeconómicas y financieras en el mercado internacional junto con los niveles de seguridad respaldados por el régimen de excepción.

El economista Rafael Lemus indicó que, aunque el país muestra una imagen más “alentadora” en el mercado internacional, a nivel interno el gobierno está dejando de pagar sus obligaciones.

Lemus recordó que el canje que hizo el gobierno de los bonos Certificados de Inversión Previsionales (CIP) por los Certificados de Financiamiento de Transición (CFT) -con los que se incluyen cuatro años de gracia de capital sin intereses-, permite al gobierno pagar los vencimientos de bonos en el exterior.

Sin embargo, transcurrido este tiempo, el gobierno deberá pagar lo adeudado y, a esto, se sumará la deuda externa que para ese momento ascenderá a $800 millones.

“En el año 2027, ahí vamos a ver si de verdad este gobierno tiene o no tiene capacidad de pago de su deuda”. señaló Lemus.

Llegar a los niveles prepandemia incluirá un esfuerzo estatal por mantener una estabilidad política y económica a nivel nacional y regional, así como dar seguimiento a las “políticas de seguridad pública”.

“Mientras el gobierno demuestre que puede manejar la política con discrecionalidad, conducir una política económica con miras al desarrollo del país y garantizar la rentabilidad y pago de las inversiones, el EMBI puede disminuir incluso a niveles previos a 2020”.

Daniel Serrano
Economista de la UCA


El descenso estará influido por la voluntad del gobierno por garantizar un clima seguro para invertir y que el país pueda honrar sus compromisos fiscales.

Entre las estrategias para reducir los niveles de EMBI también implicaría, según Lemus, un ajuste fiscal y subir impuestos “sin afectar a los pobres”.

Primera posición.

El Salvador cerró 2023 con el índice de riesgo país más alto de toda la región. De forma detallada, Costa Rica y Guatemala reportaron 2.35 puntos y 2.10 puntos, respectivamente, mientras que El Salvador cerró con 6.84 puntos.

La Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca) señaló en su última nota económica que la región ha reducido la volatilidad del EMBI en los últimos dos años, en donde la política monetaria para reducir los niveles de inflación aportaron a la caída.

Costa Rica, República Dominicana y Guatemala ya retornaron a los niveles de riesgo país previo a la pandemia de covid-19. Mientras que Panamá y El Salvador aún los mantienen por encima.

El catedrático de la UCA explicó que la tendencia podría estar justificada por la facilidad para mejorar las inversiones en ese país y el compromiso estatal de esas naciones por favorecer el clima de inversión.