Muchos están felices porque el pollo está llegando a sus platos cada vez más grande, pero, ¿esto es sinónimo de mejor?, ¿buena calidad?... Es de pensarlo.
De acuerdo con el profesor Massimiliano Petracci, experto en tecnología de alimentos, quien recientemente habló del tema en un informe publicado por el Wall Street Journal, que el pollo esté más grande implica que es más duro.
El fenómeno se llama "pechuga de madera" y afirman que es un problema para la industria alimentaria. Este "problema" afecta a entre el 5% y el 10% de las carnes de pechuga deshuesada que se producen en el mundo.
No genera riesgos para la salud, pero la carne es tan gomosa y dura al masticar que no puede ser puesta a la venta, y debe destinarse a la elaboración de productos procesados, según se indica en el informe.
Hasta hoy se desconoce el por qué del fenómeno, pero, se cree que se debe a la tendencia a criar animales de crecimiento más rápido. "No se trata del peso final, sino de cuán rápido llega el ave a ese punto", afirma Sacit Bilgili, profesor de la universidad de Auburn, en Estados Unidos, que viene estudiando el tema desde hace cinco años, se lee en un informe del periódico "El Clarín".
En los últimos 50 años, el peso promedio de las aves en Estados Unidos casi se duplicó y su tiempo de crecimiento se redujo a la mitad, según el Wall Street Journal,