El consumo de alcohol puede llevar a las personas a hacer cosas que en su lucidez no decidirían hacerlas y que luego, cuando el estado de ebriedad ha pasado, no hay una razón lógica para explicar lo sucedido. Eso le sucedió a Kendall Jenner, quien recientemente confesó haberse hecho un tatuaje mientras se encontraba borracha.



La hermana de Kim Kardashian reveló en el programa de Ellen DeGeneres que el tatuaje que hizo al interior de su labio inferior en 2016, con la palabra “meow”, fue producto de una borrachera.

"Fue lo primero que se me ocurrió, no sé: eso es lo que se me pasó por la cabeza estando borracha. Creo que habría sido un buen sitio para poner otra cosa... no sé, quizá el nombre de un novio o algo así", dijo.

 



 

El lugar donde tiene el tatuaje es una zona bastante extraña para ello, pero, a la vez, también discreto. Además, dijo que el proceso fue poco doloroso.

 

 

"No, no dolió en absoluto porque no deja de ser tejido blando. En el hueso duele mucho más; yo tengo tatuajes en el dedo, aunque casi no se puedan ver, y esos dolieron mucho más", agregó.