Esta es una piezas musicales que tanto niños como adultos terminan cantando o tarareando. Su popularidad fue tal que la canción irrumpió en enero de este año en el Top 100 de Billboard, uno de los rankings más relevantes dentro de la industria musical.
Pero: ¿qué secreto se esconde detrás de la melodía?
Las letras no solo son repetitivas, sino que como decíamos, son básicas, lo que facilita que los pequeños se aferren a ellas. Palabras como bebé, papá, mamá, abuelo y abuela, “les ayudan a crear una conexión o vínculo con la música”, explicaba Valorie Salimpoor, un neurocientífico. “Estas son personas con las que los niños probablemente tienen una conexión muy positiva, proporcionando así un camino hacia la emoción y recompensando los sistemas en el cerebro”.
En el artículo, los investigadores cuentan que el ritmo optimista de Baby Shark también explica su popularidad. “Al igual que las canciones pop de adultos pegadizas, la música más rápida se dirige al tronco y otros sistemas en nuestro cerebro y tiene el potencial de estimular los sistemas de dopamina involucrados en el movimiento”, señala Salimpoor. “La sincronización del movimiento con patrones de ritmo también puede ser muy placentera porque implica la formación de predicciones”.
Además, agregaron que el video también fue una característica importante. Ver a animales y a otros niños interactuando les hace querer imitar los mismos movimientos. A pesar de que los tiburones son animales peligrosos, estos se ven de forma amistosa en medio de un ambiente colorido. Toda esta conjunción de elementos dio lugar al éxito de 'Baby Shark' que continúa expandiéndose, tanto así que han salido otras versiones de la canción como la de la Banda del Mango: