Como ya se está volviendo tradición, el público esperó hasta el último momento para acercarse al Complejo Cuscatlán, y sumarse a una velada llena de merengue, pero aquellos que fueron más puntuales debieron soportar un buen aguasero que empapó a esa gran mayoría que no llegó preparada con capas plásticas.
Mientras algunos pusieron buena cara a la situación y bailaron bajo la lluvia, incluso cubriéndose con las sillas plásticas sobre su cabeza, otros asistentes expresaron su molestia porque la producción no les permitía ir al parqueo o a las afueras del recinto para conseguir capas protectoras o paraguas. "No es justo, hemos pagado, tenemos la pulsera y no nos dejan salir a traer impermeables, quieren que nos sigamos bañando", se quejó una seguidora.
Fue hasta las 9:20 que el grupo salvadoreño Salzón subió al escenario para abrir la velada, y poco después de las 10:00 p.m., la esperadísima puertorriqueña Olga Tañón se hizo presente para con fuerza y mucha energía como bien se llamó en su disco de 1993, "Mujer de Fuego".
Precisamente, de aquel álbum salió su tema "Muchacho malo" que abrió la velada con una incendiaria Olga enfundada en un enterizo color píel, pero al principio cubierta con un sobretodo de lentejuelas rojas. La artista de 56 años, más fit y enérgica que nunca, demostró que sigue siendo una reina de la canción caribeña, con su espectacular voz y un vigoroso despliegue coreográfico.
"Añorábamos venir a ver que nos canten el 'Mentiroso'. Me encanta el sabor que tiene su música y el show que Olga da", compartió Rosalía, una asistente. "Me muero por escuchar 'Mentiroso', es la segunda vez que la veo en El Salvador, estoy muy emocionada", compartió también Kenya, entre el público. Así fue como la boricua complació a sus fans con temas como "Es mentiroso", "Bandolero", "Así es la vida" y muchos más que complacieron a los salvadoreños.
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