La joven explicó que decidió "recientemente dejar ir" sus arrepentimientos, inseguridades e insuficiencia para creer en Dios y no en lo que dice la gente.
La modelo confesó ha estado sufriendo "en silencio porque cada día sentía que estaba más lejos" de su verdadera vocación.
"Cuando era niña, siempre tuve grandes sueños de usar mi voz y mi creatividad para hacer del mundo un lugar mejor, pero conforme crecía, menos creía en esos sueños. De hecho, acabé convirtiéndome en una persona que apenas conocía cuando me conformaba con las normas de la sociedad", contó.
Alexa manifestó que ha depositado sus sueños, pasado, presente y futuro en Dios, y que cree que él la cambiará y la convertirá "en la mujer que Él quiere y creó para honrarlo".
"Nunca seré perfecta ni pretendo serlo, pero poco a poco, por la fe por Su gracia, creo que Dios me moldeará", aseguró.