El árbitro inglés, quien pitó la final del Mundial de Sudáfrica 2010 entre España y Holanda, habló sobre la peligrosa falta que realizó el holandés Nigel De Jong sobre Xabi Alonso; el colegiado dio a conocer que supo desde un principio que dicha infracción era merecedora de una tarjeta roja, sin embargo, el neerlandés solamente vio la amarilla.
Según la biografía del propio Webb, titulada: “The Man In The Middle”, que publica por entregas el periódico inglés The Sun, el árbitro se sintió consternado luego de ver la repetición en televisión, y aceptó que debió haber expulsado a De Jong.
“Xabi Alonso cabeceó un balón hacia David Villa y en ese momento De Jong chocó contra él. Yo estaba justo detrás de Alonso, por lo que no vi el punto exacto de impacto”, explica el propio Webb. Y asegura que: "Sin embargo, sabía que había sido una entrada a destiempo y muy fuerte, por lo que merecía sanción. Ninguno de mis ayudantes me dijo nada por la radio y por eso mostré una amarilla, por lo que había visto: una entrada fuerte y a destiempo del centrocampista holandés".
Luego de lo sucedido, las criticas llovieron sobre Howard Webb por la decisiones tomadas durante el encuentro, sin embargo, afirma que nada de eso fue intencional y que amonestó de acuerdo a lo que había percibido desde su posición: “No me sentí intimidado por el momento ni el escenario, ni tuve presiones de la FIFA para no expulsar a jugadores. Simplemente castigué lo que había visto y esa es la verdad".
El encuentro terminó con el marcador de 1-0 a favor de los españoles, sin embargo, la actuación arbitral es uno de los aspectos que más se recuerdan de ese partido y el cual dejó una mancha sobre la trayectoria del colegiado inglés.