Los 'nerazzurri', que hoy jugaron de naranja, pasaron por encima del colista desde el pitido inicial (4-0) y aumentan a diez puntos su ventaja sobre la Juventus, que mañana visita al Verona.
Simone Inzaghi, que no tuvo a su hermano Pippo en el banquillo rival al ser relevado el pasado domingo por Fabio Liverani, no pudo disponer del central Francesco Acerbi, lesionado en la anterior jornada ante la Roma, y solo dio descanso respecto a los últimos partidos a los carrileros Matteo Darmian y Federico Dimarco para dar entrada en su lugar a Denzel Dumfries y Carlos Augusto.
Ya con el partido sentenciado y tras haber marcado ambos un gol, Inzaghi retiró a Lautaro Martínez y Marcus Thuram así como a Henrikh Mkhitaryan pensando ya en la visita del Atlético a San Siro.
El Inter salió arrollando y mantuvo un ritmo altísimo durante gran parte del partido. Solo se habían cumplido seis minutos de juego y dos remates se habían estrellado en los palos de la portería del mexicano Guillermo Ochoa, que a sus 38 años salvó a la Salernitana de una goleada de escándalo.
En el minuto 3, Alessandro Bastoni cabeceó un córner, Ochoa replicó con un paradón pero, en el rechace, Thuram remató al poste con todo a favor para marcar. Y, en el 6', Nicolò Barella se fue solo tras recibir un balón largo y su trallazo lo desvió Ochoa como pudo lo justo para que se fuera al larguero.
El vendaval del Inter continuó favorecido por un rival que hizo aguas, con desajustes y errores individuales. Ochoa no daba abasto para frustrar las continuas ocasiones del Inter hasta que, superado el cuarto de hora, Thuram le batió. El francés definió de primeras un centro desde la izquierda de un Carlos Augusto que se internó como quiso por su banda.
Apenas dos minutos después Lautaro Martínez se sumó a la fiesta. Recibió un saque de banda de espaldas a portería, se giró y, ante la pasividad defensiva, se animó a soltar un disparo letal. Es el 20º gol del 'capocannoniere' de la Serie A y 125º con la camiseta del Inter convirtiéndose en el máximo realizador argentino en la historia del club al superar a Mauro Icardi. Solo siete jugadores han marcado más con la camiseta 'nerazzurra'.
El partido fue un suplicio para la Salernitana, que no chutó a portería en todo el partido. Todos los balones cayeron a los pies de los jugadores del Inter. En el colmo de los despropósitos, Barella intentó poner un pase en una contra, Triantafyllos Pasalidis lo desvió hacia su portería, Ochoa reaccionó con reflejos, pero no pudo evitar que Dumfries a puerta vacía situara el 3-0 (40').
El Inter prodigó hasta 16 remates en una primera parte espectacular. Tras el descanso tampoco se relajó, un mérito indudable de Inaghi. Ochoa evitó que Hakan Çalhanoglu marcara el cuarto poco antes de que Lautaro y Thuram fueran sustituidos.
Solo entonces el rival del Atlético bajó algo las revoluciones, aunque Marko Arnautovic aprovechó los minutos que dispuso para cerrar el marcador en el añadido al marcar a placer tras un centro de Dumfries que desvió un defensa.
El Inter fue un huracán pero hay una lectura positiva para el Atlético: chutó 21 veces y 'solo' convirtió cuatro.