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En la entrega de los pasados premios Golden Globe, Jennifer Lawrence llevaba puesto un elegante y seductor vestido rojo. Lo que nadie se imaginó es que la actriz de “Juegos del Hambre”, seleccionó ese atuendo para que nadie “la viera sangrar”.

Jennifer confesó en una entrevista para la revista Harper's Bazaar, que “ese fue mi vestido plan B, el plan A no lo pude usar porque la temporada de premios está sincronizada con mi periodo menstrual, y así ha sido durante años".

La actriz profundizó que eligió el vestido amplio de la parte frontal para evitar cualquier inconveniente que la hiciera quedar en ridículo.

"Estaba amplio del frente y por ello no tenía que preocuparme por meter nada. El otro vestido era bastante apretado y no iba a meter mi útero, no tengo que hacer eso", enfatizó.

  En la misma entrevista, la actriz se refirió molesta a los “cuerpos con curvas”, ya que le desagrada que la prensa la tilde así.

"Hago pilates todos los días. Hago mucho más ejercicio que una persona normal. Creo que nos hemos acostumbrado a cuerpos excesivamente delgados y cuando alguien está en su peso normal se piensa 'Dios mío, tiene curvas', lo cual es una locura", recalcó.