Esta proyección es dos décimas superior al 2.1 % que previó en su último reporte, publicado en septiembre pasado. A pesar de la mejora, la previsión de la agencia de Naciones Unidas es inferior a la oficial, estimada por el Banco Central de Reserva (BCR) a 2.6 % para el cierre de 2023.
Para 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) salvadoreño desacelerará a 2 %, pero es un nivel más alto en comparación con el 1.8 % que previó la Cepal en septiembre pasado.
En la actualización de las proyecciones, la Cepal reafirma que la economía salvadoreña será la de menor crecimiento en Centroamérica.
De acuerdo con la agencia de Naciones Unidas, el istmo será liderado por Panamá que crecerá este año un 6.1 % y en 2024 desacelerará a un 4.2 %.
Costa Rica, considerada la “Suiza centroamericana”, crecerá este año un 4.9 % y para el próximo la expectativa es de un 3.8 %.
Guatemala, el principal socio comercial de Centroamérica de El Salvador, crecerá este año un 3.4 %, mientras que la economía de Honduras crecerá un 3.3 %. Nicaragua experimentará una dinámica de un 3.3 % y bajará a un 2.9 % en 2024.
A diferencia del resto de la región, la Cepal prevé que la economía de Guatemala mantenga un 3.4 % de crecimiento en 2024, así como en Honduras que espera que la tasa de expansión sea mejor a un 3.5 %.
Alertas en la región.
En promedio, América Latina y el Caribe crecerá un 2.2 % en 2023 para después desacelerar a un 1.9 % en 2024.“El factor común es el tema de desaceleramiento y es uno de los temas que preocupa esencialmente, más allá de la coyuntura (...) La región viene mostrando una caída permanente en su crecimiento del producto tendencial”, indicó Daniel Títelman, director de Desarrollo Económico de la Cepal.
Títelman detalló que la dinámica entre 1951 y 1979 era un 5.5 %, para después bajar a un 2.3 % entre 1980 y 2009, y en la última década se situó en un 1.6 %.
La comisión, con sede en Santiago de Chile, señaló que el bajo crecimiento de la región para este año se deriva de un tenue dinamismo en la economía y el comercio global.
Aunque la inflación ha disminuido en buena parte de las economías, las tasas de interés de las principales economías desarrolladas se mantienen en ajustes al alza, por lo que la Cepal advierte que los costos de financiamiento se esperan que continúen altos durante los próximos años.