A diferencia de un Mundial de Fútbol, los Juegos Olímpicos no coronan a un campeón; sino a muchos, y de diferentes nacionalidades. El medallero, en el que los países más poderosos del mundo pugnan por quedar arriba es un mero formalismo. Alguien podrá decir que Estados Unidos fue el campeón, que venció a China tras un empate en oros de 40-40 y que no se definió en los penales sino en la cuenta de medallas de plata, donde los americanos vencieron 44-27.

Pero no, esto no funciona así. No hay un campeón ni tampoco una escena del capitán de los Estados Unidos levantando un trofeo por ser el ganador de esta edición de los Juegos Olímpicos. Al final, el medallero es simplemente una referencia. Por supuesto, sirve para medir la supremacía de unos sobre otros, incluso para la autoevaluación de los mismos países al comparar el conteo con el de las ediciones anteriores.



Dicho esto, la tabla ofrece un material magnífico que vale la pena analizar en pequeñas observaciones.

-Estados Unidos quedó arriba de todos porque la referencia para ordenar la tabla es la cantidad de medallas de oro, luego las platas y después en el bronce. Lo consiguió en lo último, con el oro del baloncesto femenino para obtener el 40-40. De no ser por eso, Estados Unidos habría quedado fuera de la cima por primera vez desde Beijing 2008, cuando los chinos le superaron 48-36.

-A veces los cambios drásticos en el medallero, de un día al otro, tienen que ver con el calendario de los deportes, que pueden favorecer o perjudicar a un país. Por ejemplo, el 31 de julio, quinto día de competiciones, Estados Unidos llegó a caer al puesto 7, superado por China, Japón, Francia, Gran Bretaña, Australia y Corea.

La tablaa las 16:23 del 31 de julio. Estados Unidos era séptimo.


-Algo es claro. Para estar entre los mejores del medallero se necesita ser muy fuerte en atletismo y natación: son en los que más medallas hay en juego, 48 y 37 respectivamente. Le siguen el judo y el tiro con 15, y el remo y la gimnasia artística con 14.

-El tercer puesto de Japón no sorprende. Es normal que un país que viene de ser anfitrión de los Juegos anteriores (Tokio 2020) presente una delegación muy competitiva. Es la continuación de un proceso iniciado hace al menos cuatro años y se siguen cosechando medallas. Pero ojo, no es solo inercia, es preparación.

-Como era lógico, Francia aprovechó su condición de local y logró 16 medallas de oro, su máxima cifra desde 1900, cuando también fueron sede de los Juegos. Hay dos factores que siempre juegan a favor del anfitrión: 1) se preparan como nunca, hay más presupuesto que nunca para los atletas porque saben que están obligados a hacer un buen papel en su fiesta: chequera casi ilimitada para contratar entrenadores, bases de entrenamiento en el exterior, etc. 2) Por ser locales no tiene que clasificar en los deportes de equipo, por lo tanto participa en absolutamente todos. En situación normal, sería imposible que clasifique a sus equipos masculinos a fútbol, baloncesto, vóleibol, balonmano, rugby, vóleibol playa, hockey, etc.

-En Alemania consideran un fracaso la actuación de su delegación. En París obtuvo 33 medallas, 12 de oro, 13 de plata y 8 de bronce, es decir 4 medallas menos que en Tokio 2020, donde logró 37. El décimo puesto en la tabla no causó nada de gracia y responsabilizan a los esgrimistas, remeros y al nadador Florian Wellbrock, del que se esperaban algunas medallas. "Hay que actuar a muchos niveles. Necesitamos más entrenadores y mejores retribuciones para los mismos. Llevo muchos años intentando impulsar esto. Todavía no ha funcionado", admitió Thomas Weikert, presidente de Confederación Deportiva Olímpica Alemana.

-España también se fue disconforme. Basta leer el inicio del editorial del periódico El Mundo para entenderlo: “El resultado de España es malo. La tentación es hablar de fracaso, dadas las expectativas creadas, pero la palabra exacta es la de parálisis”. Y sigue así: “con 18 medallas, España continúa en la horquilla de entre 15 y 20 metales en la que se ha movido después los Juegos de Barcelona, hace ya 32 años. Las 22 medallas de entonces, 13 de oro, permanecen como un récord que no ha podido ser batido en París, pese a contar con la segunda delegación más importante de la historia".

Jenni Hermoso contra Vitoria Yaya en el fútbol femenino. España decepcionó con el equipo que fue campeón del mundo. / AFP


-A pesar de sus carencias, Centroamérica logró tres medallas. El histórico oro de Adriana Ruano en tiro, misma modalidad en la que su compatriota Jean Pierre Brol logró el bronce. A ellos se suma la plata de la boxeadora panameña Atheyna Bylon.

-No le fue bien a los países de Latinoamérica. Cuba logró apenas dos oros en París 2024, contra los siete de Tokio 2020. Parecido a Brasil, que también sumó siete en la anterior y ahora solo tres. Además, Venezuela -sin Yulimar Rojas-, que había conseguido cuatro medallas en Tokio 2020, esta vez se fue en cero.

-Por primera vez en la historia, los Juegos Olímpicos de verano no tuvieron a un país europeo en el top 4 del medallero final. Francia, el mejor ubicado, quedó en quinto lugar.

-Uno de los países más exitosos fue Nueva Zelanda, con 20 medallas, de las cuales 10 fueron de oro. Un auténtico milagro para un país con 5 millones de habitantes. Es la nación con mejor promedio de medallas per cápita, sacando obviamente las islas del Caribe con menos de un millón de habitantes. Nueva Zelanda tiene una medalla por cada cada 266,945 habitantes, seguido por Bahrein (425,393) y Jamaica (470,924).

Lisa Carrington, de Nueva Zelanda, aportó tres oros para su país. / AFP