El Índice Mundial del Hambre (IGH, por sus siglas en inglés) reportó una leve mejora de apenas 1.3 puntos entre 2016 y 2025, según un nuevo informe divulgado por la Welt Hunger Hilfe, IFHV y Concern Worldwide.
El documento refleja las condiciones de vida de la población en aspectos claves como la desnutrición, retraso del crecimiento infantil, emaciación infantil y mortalidad infantil.
El informe toma en cuenta la situación de 136 países en el mundo, incluido El Salvador, el cual posee una escala de gravedad baja del hambre, según el IGH, que va del cero al 100, en donde el último extremo es la peor situación para los países.
Para 2025, el índice para El Salvador rondó los 7.6 de 100 puntos posibles, una mejora con respecto a los 8.9 puntos que recibió en 2016.
El avance es más pronunciado si se analizan los datos de inicios del milenio, en 2000, cuando el índice para El Salvador rondó los 13.6 puntos, niveles que reflejaron una situación de gravedad moderada del hambre en el país.
Además, entre 2024 y 2025, El Salvador subió un escalón en el índice, al pasar del puesto 43 al 42.
Retroceso
El Salvador reportó mejoras en la mayoría de los aspectos que se evalúan para diseñar el IGH; sin embargo, el retraso de crecimiento infantil, que analiza el porcentaje de niños menores de cinco años con baja estatura para su edad y que puede provocar desnutrición crónica, dio un paso atrás en el puntaje del índice.
Según el informe, el país pasó de estar en una gravedad baja de hambre, a una moderada, al subir de 2.1 puntos en 2016, a 2.9 en 2025.
Para 2025, El Salvador fue el quinto país con los mejores resultados del IGH en Centroamérica y el Caribe, por encima de los 8.0 puntos que tuvo Jamaica, 12.5 puntos de Honduras, 18 puntos de Guatemala y 35.7 puntos de Haití.
Panamá, República Dominicana y México reportaron un IGH entre los 6 puntos y 7.5 puntos.
Costa Rica fue el único país de Centroamérica con un nivel de hambre por debajo de los cinco puntos y se encuentra entre las 25 mejores economías analizadas por el índice.
Alarma
El informe señala que esta nueva edición del IGH surge en un momento de “creciente alarma” relacionada con seguridad alimentaria a nivel mundial en ciertas regiones y zonas consideradas como críticas, como algunos países de África o la franja de Gaza.
“La financiación para el desarrollo se encuentra bajo una presión extrema, el sector humanitario atraviesa dificultades y, en algunas zonas, el hambre persiste o incluso va en aumento”, alertó el documento.
Los datos respaldan una mejora “ligeramente” superior a los datos obtenidos en 2016, una situación que, para Welt Hunger Hilfe, IFHV y Concern Worldwide se traducen como “escasos resultados”.
La apuesta inicial de diferentes instituciones en el mundo era alcanzar el hambre cero en 2030, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de las Naciones Unidas; sin embargo, bajo los análisis del IGH, estas metas parecen ahora “inalcanzables”.
En su portal, el índice prevé que, si el mundo progresa al ritmo alcanzado desde 2016, las metas de reducir el hambre mundial se podrán alcanzar hasta el año 2,137, un siglo más del planificado.
“En este clima de incertidumbre y crisis, el informe de este año es muy relevante para el seguimiento y la visibilidad de las tendencias de progreso”, indicó el informe.
Para Welt Hunger Hilfe, IFHV y Concern Worldwide el mensajes está claro y debe centrarse en que ninguna persona debe padecer hambre en el mundo.