La gremial estima que el ciclo agrícola cerró con 17.19 millones de quintales entre maíz, frijoles, arroz y sorgo, una reducción de 2.01 millones frente a los 19.20 millones de quintales del período 2022-2023.
Inicialmente, Campo estimó que la producción sería de 19.8 millones de quintales. Sin embargo, el ciclo fue “atípico ya que se juntaron todas las advertencias” con altas temperaturas y períodos de sequía debido al fenómeno climático de El Niño, seguido de la estela de daños que dejó la tormenta tropical Pilar.
Además, el sector se queja de falta de incentivos para la producción nacional, alto costo de los insumos agrícolas, escasez de mano de obra y encarecimiento del alquiler de la tierra.
Pérdidas.
De esa manera, Campo estima que los productores perdieron 2.61 millones de quintales, de los cuales 302,150 corresponden a frijoles y 2.31 millones a maíz.Esto equivale a una pérdida para los productores de $82.6 millones, una cifra calculada por Campo a partir de los costos de producción y a cuánto habrían vendido los granos.
Luis Treminio, presidente de Campo, explicó que no hubo pérdidas en los cultivos de arroz y sorgo porque estos granos se siembran en agosto, justo después del período de sequía. Tampoco fueron afectados por la tormenta tropical Pilar, que generó intensas lluvias en octubre.
De acuerdo con los historiales de Campo, la producción de cereales del 2023 fue la más baja desde el ciclo 2017-2018. La mayor cosecha registrada hasta ahora corresponde al período 2021-2022, cuando fue de 28.64 millones.