De hecho, todo en "Las chicas están bien" tiene aires realistas: los personajes se llaman como las actrices en la vida real, y sus vivencias, como la pérdida de un ser querido, o un embarazo, conducen con un hilo muy fino la trama de la película.
"Esa situación en la que un grupo de personas se enfrenta a un material artístico y ese material les transforma, es algo que he vivido constantemente y me resulta fascinante", explicó Arana en entrevista con la AFP en París. "Es casi como un jugo de vida concentrado: cuando estás creando en colectivo, son situaciones en las que llegas muy profundo a conocer a la otra persona", añade.
"Un cine pobre, de lujo"
La película, que se estrenó el pasado verano en las salas españolas, recuerda por su tono a las comedias del francés Eric Rohmer. Una referencia que Itsaso Aranda acepta con una sonrisa, pero tras enumerar sus propias musas, básicamente cineastas mujeres, como la francesa Céline Sciamma ("Retrato de una mujer en llamas").Rohmer es "más bien una referencia en la forma de producir el cine", explica. "Esta película está hecha en quince jornadas, con un presupuesto muy acotado. Yo lo describo como un cine pobre, de lujo", añade la directora de 38 años. "Tuvimos todo lo que necesitábamos para generar esta especie de intimidad", añade.
Todas las actrices prestaron sus propios recuerdos y experiencias para construir el guión, revela. Y en la película hay espacio también para un personaje masculino, un "príncipe despistado" (Gonzalo Herrero) que protagoniza una divertida escena con un sapo. "Es verdad que todas nos hemos enamorado de varios sapos en nuestra vida" explica entre risas.
Navarra de nacimiento, Itsaso Arana incorpora con naturalidad la lengua vasca a los diálogos. Formada en la Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, Itsaso Arana ha rodado bajo las órdenes de Ángel Santos ("Las altas presiones", 2014), y en tres ocasiones de Jonás Trueba ("La virgen de agosto", 2019), su pareja y también aliado en el difícil mundo del cine independiente español.
"Hay un montón de mujeres que ahora están teniendo muchísimo reconocimiento en festivales internacionales y al mismo tiempo las mujeres seguimos dirigiendo películas mucho más baratas, con otro tipo de músculo industrial y siento que todavía falta mucho", reflexiona.
Pero Itsaso Arana también acepta que no le interesa dirigir grandes producciones, como otros cineastas españoles que han dado el salto a Hollywood. ¿Un thriller quizás? "Lo de los crímenes no, realmente soy miedosa", dice entre risas. "Pero en serio, me costaría mucho no tener un vínculo personal con lo que fuera a contar", añade.