En 1944 fue capturado, y como si fuera poco, condenado a cadena perpetua, pero pasó 27 años de su vida en la prisión en condiciones de alta precariedad, y de todo tipo de atropellos, para que tengamos una idea solo se le permitía recibir una visita y una carta cada seis meses.
Intentaron asesinarlo dentro de la misma prisión por el servicio secreto sudafricano, pero la lucha la continuó siendo prisionero, defendiendo a los más desprotegidos, y contra todo tipo de injusticias; en 1990 fue liberado por el presidente De Klerk, cuando tenía 71 años de edad, y con dicho presidente un año más tarde derogaron la “apartheid” o sistema de segregación racial que separaba tanto en lugares de habitación, recreo, educación, relaciones sexuales con personas de color blanca, derecho al voto, es decir relaciones de poder en cualquier expresión. En 1993 ambos fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz.
En 1994 Nelson Mandela era elegido primer presidente negro de Sudáfrica, gobernando hasta 1999, transformando la democracia, seguridad de su nación, luchando contra todo tipo de violencia, discriminación e injusticia, y promoviendo la cultura de paz en toda la sociedad y el mundo entero.
Las Reglas Nelson Mandela o reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos, son normas adoptadas por las Naciones Unidas en 1955, y establece nuevos estándares para el tratamiento de la población privada de libertad, y se basa en los avances de la ciencia penitenciaria rama de la criminología y las mejores prácticas internacionales, si un país las adopta plenamente pueden contribuir, efectivamente, a cambiar un sistema o modelo carcelario de aquella nación, y pasar de la tradicional pena y castigo a los condenados para transformarse en una verdadera oportunidad de desarrollo personal que finalmente aunque no se comprenda tan fácilmente traerá beneficios a esa sociedad, ya que la protegerá del delito y la deducción de la reincidencia, que en el caso salvadoreño es del 20 %, aproximadamente, lo que aporta en la reinserción como parte de la premisa constitucional en El Salvador articulo veintisiete inciso tercero.
En total son 122 reglas, las cuales se ha llegado a poderlas resumir en cinco grandes reglas que ahora se han retomado acertadamente por la Dirección General de Centros Penales en El Salvador, con el acompañamiento y apoyo del Ministerio y Vice Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, medida que marcará un antes y un después en todas las cárceles, sumado al exitoso programa Yo Cambio.
Si se cumplen estos cinco principios se estará logrando el gran propósito de las Naciones Unidas y el CICR El Salvador, estos son: 1) Dignidad Humana, 2) Imparcialidad, 3) Menor lesividad, 4) Reinserción, 5) Normalidad.
Mandela estableció y promovió con su experiencia en prisión el respeto a la dignidad humana, la prohibición de todo tipo de torturas, cualquier expresión de tratos crueles, degradantes o inhumanos, promueve la investigación de todo tipo de delitos al interior de los centros penales, cuidados y atención a grupos especiales y enfermos crónicos, una regulación sobre medidas disciplinarias, los tipos de registros personales, combatir el ocio carcelario en actividades educativas, de trabajo, arte, lectura, y el contacto con el mundo exterior.
Reciba un homenaje desde El Salvador, ya en el año 2018 llegaron al sistema penitenciario salvadoreño para ser de bendición.
“No se conoce un país realmente hasta que se está en sus cárceles. No se debe juzgar una nación por como trata a sus ciudadanos más destacados, sino a los más desfavorecidos”, Nelson Mandela (1918-2013).