Los zapatos están fabricados con una docena de materiales diferentes que incluyen pulpa de celulosa, hilo de seda, gelatina, plástico y vidrio. La mayor parte del color rojo proviene de las lentejuelas, pero los lazos de los zapatos contienen cuentas rojas de vidrio.
Los zapatillas de rubí fueron extraídas de una pequeña vitrina en el Museo de Judy Garland en Grand Rapids por alguien que se trepó por una ventana y allanó el recinto en agosto de 2005.
Las zapatillas estaban aseguradas por un millón de dólares.
Las autoridades ofrecieron una recompensa inicial de $250.000, y un admirador en Arizona ofreció otro millón de dólares en 2015.
Los zapatos se exhibían en el museo como un préstamo del coleccionista de objetos de Hollywood Michael Shaw. Otros tres pares que Garland usó en el filme están en manos de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, el Smithsonian y un coleccionista privado.
Los zapatos de rubí son clave en la película de 1939. Tras aterrizar misteriosamente en la colorida Tierra de Oz luego que un tornado azotara su granja en Kansas, el personaje de Garland, Dorothy, debe chocar los tacones de los zapatos tres veces y repetir "no hay lugar como el hogar" para volver a casa.