Ante las apariciones de esta especie marina, los técnicos y guardarrecursos del Marn hicieron el llamado a la población a no tocarlos cuando los vean en las playas, porque pueden generarles daños en la piel, especialmente en personas sensibles.
La institución indicó que estos dragones marinos pueden ocasionar dolor, irritación, ardor y la sensación de quemazón.
“¡No los toques! Su daño es similar al de una medusa. Puede causar lesiones en la piel y complicaciones en personas sensibles”, reiteró Medio Ambiente.
Generalmente el dragón azul mide entre los tres a cinco centímetros de largo. En su parte dorsal presenta una coloración azul platead, y en la parte del estómago un azul pálido.
Esta especie es pariente de las babosas marinas. Además, tienen un tamaño similar al de las medusas y poseen pequeños pulsos eléctricos.
Estos pequeños dragones comen medusas y guardan en su estómago las células urticantes para canalizarlas por sus extremidades cuando se sienten amenazadas.