En vano serían las hazañas de los pilotos en una emergencia si el avión no se encuentra en buen estado. La presión de la cabina, los chalecos y las máscaras de oxígeno, el funcionamiento de los motores y hasta el respaldo de las sillas es parte del trabajo que 900 técnicos revisan cada día en el centro de mantenimiento aeronáutico (MRO) de Avianca en el Aeropuerto Internacional José María Córdova, en Medellín, Colombia.

La aerolínea, la segunda más antigua de América Latina con 103 años de operaciones, tenía inicialmente un taller de mantenimiento en su centro de operaciones en Bogotá desde hace 90 años, pero el MRO nació en 2016 para atender su flota y el de otros competidores.



Así como un vehículo necesita mantenimientos rutinarios, igual funciona para un avión, aunque en el MRO también se atienden revisiones de emergencias como el impacto de aves y rayos. Fabián González, gerente de mantenimiento de Avianca, aseguró que 200 de los 365 días del año reciben auditorías de los reguladores nacionales e internacionales por lo que pueden asegurar que tienen todos los “procesos milimétricamente revisados”.

En el MRO también se calibran las sillas del piloto y los pasajeros un avión. / U.A.

Usualmente los pilotos se encargan de avisar cuando han tenido un problema durante el vuelo, desde el MRO se delega el equipo de inspección y, si la reparación es grande, se lleva al centro de mantenimiento.

“En condiciones normales, un impacto de rayo no llega a hacer nada al avión, pero hay que hacerle una inspección después de que el piloto reporta que ha pasado por una zona de turbulencia, para que nos aseguremos de que no haya ningún remache que se haya salido”, explicó González en a un grupo de periodistas de diferentes nacionales durante un recorrido por el MRO.

Además de reparaciones, dentro del MRO hay un equipo que hace pruebas de los equipos de seguridad de los aviones como de la rampa de salida inclinada (deslizable) que, según la simulación, se activa en 4.5 segundos.

En la sala también se hacen pruebas de los chalecos salvavidas inflables, que, contó González, algunos pasajeros se roban pensando que pueden venderlos o usarlos para nadar, aunque no están diseñados para esto.

Dos técnicos reparan un toma de aire de un avión 787. / U.A.

Reajustes de sillas.

El MRO ha sido fundamental en la reconfiguración de las sillas de la actual flota de aviones de Avianca, uno de los cambios más emblemáticos en el nuevo modelo de negocios de la aerolínea que busca competir con las de “low cost” -bajo costo-.

Según Adrian Neuhause, presidente y CEO de Avianca, la compañía concluirá este proceso en el primer trimestre del 2023 y podrá así consolidar su esquema de tarifas más competitivas.

Avianca invierte $100 millones en este proceso que le permitió aumentar un 20 % la capacidad de su flota sin tener que comprar nuevas aeronaves. De esa manera, los aviones sumarán de 150 a 180 asientos adicionales, clasificados en cuatro tallas para América y tres en Europa.

Las nuevas sillas son mucho más delgadas y, según la talla, así es el espacio entre cada asiento. Las Premium, por ejemplo, que van en las primeras filas, son más amplias, reclinables y trae cargadores portátiles.

Una ala de avión  A330 en reparación. / U.A.