Semanas después, la misma acrtriz ha salido a explicar por qué lo hacía así. ¡Hay un causante!
La guapa artista no quería dañar el lujoso anillo de la firma Harry Winston que lucía en sus dedos durante la ceremonia.
"Fue muy extraño, y me dije: 'Dios, realmente quiero aplaudir'. No quería no aplaudir, que habría sido aún peor, ¿verdad? ¿Por qué no aplaude Nicole? Así que aplaudí finalmente pero fue muy complicado porque tenía puesto este anillo enorme que no era mío pero que era absolutamente precioso y tenía miedo de estropearlo", confesó la intérprete en el programa de radio australiano 'Kyle and Jackie O Show'.
La tensión por mantener impecable el estado del anillo no fue la única preocupación de Nicole durante esa noche. Poco antes de que empezara la entrega de premios y justo en el momento de entrar en el coche que la llevaría hasta el teatro Dolby de Los Ángeles, el bonito vestido de Armani Privé que eligió la artista para la ocasión también le jugó una mala pasada, tras romperse uno de los tirantes de la parte posterior del atuendo.