Niños desde siete años son reclutados en las escuelas y comunidades por las pandillas en El Salvador, según revela un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), presentado ayer en un hotel capitalino.

Denominado “Nuevas formas de trabajo infantil. Utilización y reclutamiento de niños, niñas y adolescentes para la realización de actividades ilícitas en las pandillas de El Salvador”, el estudio asegura que los menores de edad están sometidos a nuevas formas de trabajo infantil, según el Convenio 182 de la OIT, uno de los tres convenios firmados por El Salvador que están siendo transgredidos, así como la Convención sobre los Derechos del Niño.



Marcela Aguilar, responsable de la investigación, afirmó que las nuevas formas de trabajo infantil a las que están sometidos los niños reclutados por pandillas son transportar drogas o esconder armas, como mensajeros (llamados postes o antenas),  cobrar renta y participar en homicidios, mientras que las niñas son utilizadas para la explotación sexual y como servidumbre doméstica.

“Estos niños y niñas que son captados, incluso a los siete años, empiezan haciendo pequeños mandados, pero cuando la pandilla logra incorporarlos acaban siendo miembros”, explicó Carmen Moreno, directora regional de la OIT.

Dentro de los ilícitos cometidos por los menores de edad se encuentran: el robo, la extorsión, las amenazas, el tráfico de drogas, el uso de armas de fuego y, finalmente, asesinar y ocultar rastros de sus delitos.

Según Moreno, el reclutamiento de infantes propicia el crecimiento de estos grupos delictivos, a causa de “la falta de oportunidades y de un sistema educativo que cree valores”.

“Para que podamos luchar con este flagelo que está poniendo en riesgo el futuro del país, o de los países donde este fenómeno se desarrolla, es necesario poner políticas firmes en el marco de lo social y la seguridad, y eso permitirá que los países puedan tener desarrollo, crecimiento, empleo e inclusión”, agregó.

El estudio señala que las pandillas tienen interés especial en los niños porque al cometer un delito reciben un trato diferenciado. El artículo 15 de la Ley Penal Juvenil establece que la privación de libertad para un menor entre los 16 y 18 años no puede exceder un plazo de 15 años, mientras que el artículo dos de la misma ley dicta que los menores de 12 años están exentos de responsabilidad ante sus conductas antisociales.