Según esos textos, la última amenaza apocalíptica está relacionada a un cuerpo desconocido llamado Nibiru o Planeta X. Se presume que éste chocará con la Tierra el 23 de septiembre de 2017.
La nueva profecía, que se hizo pública hace algunos años y circula especialmente en la red durante las últimas semanas, asegura combinar astronomía, investigación científica y pasajes de la Biblia para respaldar su predicción.
Inicialmente, la teoría que defiende la existencia de Nibiru aseguraba que la catástrofe ocurriría en mayo de 2003. Cuando nada sucedió, sus seguidores hicieron una nueva interpretación para programarla en diciembre de 2012, realizando la conexión con el fin de uno de los ciclos del calendario maya y ahora la atrasan hasta el 2017.
Por su parte, la agencia estadounidense encargada de la investigación aeronáutica y espacial afirmó ya en repetidas ocasiones que el planeta Nibiru no existe ni hay fundamentos para creerlo. "Es un engaño de internet", afirman.
"Si Nibiru o Planeta X fuera real y se dirigiera hacia la Tierra, los astrónomos lo estarían siguiendo durante al menos la última década, y ahora sería visible a simple vista. Obviamente, no existe", dijeron en su momento.
David Morrison es uno de los científicos de la NASA, lamenta que aún existan unos 2 millones de páginas web informando sobre la supuesta colisión de Nibiru con la Tierra.