La Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa) registró 24 feminicidios entre el 1 de enero y el 20 de noviembre de 2025, reportó el observatorio de violencia de la organización.
El informe incluye también muertes violentas contra mujeres y suicidios feminicidas, este último delito contemplado en la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres en El Salvador.
"Estas cifras reflejan la persistencia de la violencia feminicida y la necesidad urgente de fortalecer las acciones de prevención, protección, atención y acceso a la justicia", dice el informe. Los datos fueron recopilados gracias a reportes de prensa, debido a la falta de estadística oficial, debido a que el Gobierno no clasifica los feminicidios.
Por mes, marzo y septiembre de 2025 fueron los periodos donde hubo más feminicidios, cuatro en total, seguido de octubre, donde hubo tres, el resto de meses hubo dos o uno.
Del total, 12 casos fueron cometidos por la pareja o la expareja, 11 fueron clasificados como feminicidios y uno como suicidios feminicidas: la mayoría de víctima ocurrieron en San Salvador, seguido de La Libertad y Usulután.
De las 24 mujeres, cinco tenían entre 26 y 30 años de edad, cuatro tenían entre 19 y 22 años y una estaba en el rango etario de los 10 a 14 años.
En el 33 % de los casos se utilizó un arma blanca para el asesinato de las mujeres y en un 29 % el arma fue de fuego; un 25 % fue por otros medios y un 12.5 % no fue posible identificar el tipo de arma.
El 13 % de todas las víctimas fueron mujeres extranjeras, rusa, nicaragüenses y hondureñas, según los reportes de Ormusa. "Este hecho señala que la violencia feminicida también impacta a mujeres migrantes y extranjeras, quienes a menudo enfrentan múltiples formas de vulnerabilidad, como estatus migratorio irregular, aislamiento social, barreras linguísticas y limitado acceso a redes de apoyo", dice Ormusa.
Pese a estas cifras, el Estado salvadoreño no clasifica oficialmente los asesinatos de mujeres como feminicidios ni publica estadísticas al respecto. Además, diversas instituciones mantienen bajo reserva los datos de violencia, incluyendo las muertes violentas de mujeres.