Stoltenberg compareció ante los medios para avanzar los temas a tratar en la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN prevista para el miércoles y el jueves, que llega precedida de las "imágenes horribles" captadas en Bucha y otros lugares "controlados por los rusos hasta hace unos pocos días".
El jefe de la OTAN restó validez a las denuncias rusas sobre una supuesta invención de estas matanzas, apuntando por ejemplo que "los satélites cuentan la misma historia" que las autoridades ucranianas y los gobiernos occidentales y anticipando que puede haber otras atrocidades.
"Atacar y asesinar a civiles es un crimen de guerra", enfatizóStoltenberg, que ha llamado a investigar lo ocurrido y trabajar para que "los responsables de estas atrocidades" rindan cuentas ante la Justicia. En este sentido, ha subrayado que los países aliados colaboran en las investigaciones ya en marcha, entre ellas la de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI).
A nivel militar, Stoltenberg ha alabado la "resistencia" de las Fuerzas Armadas ucranianas, que está "forzando" a Moscú a cambiar sus planes. Sin embargo, ha advertido de que el presidente ruso, Vladimir Putin, "no renuncia a sus ambiciones" y el repliegue de tropas en torno a Kiev no puede entenderse como una retirada definitiva.
Stoltenberg afirma que Rusia quiere reagrupar y dotar a sus tropas de más armas y suministros para centrarse en los frenes del este y del sur, por ejemplo para consolidar un corredor terrestre entre la península de Crimea y las zonas del Donbás controladas desde 2014 por los rebeldes separatistas.
De hecho, en esta "fase crucial" de la guerra, Rusia ahora aspiraría a "ocupar todo el Donbás". "Nos tenemos una gran ofensiva", ha señalado el político noruego en su comparecencia ante los medios en Bruselas.