El papa Francisco se pronunció ayer contra la “violencia política” en Venezuela y pidió una solución a la “grave crisis” que acorrala a ese país, al cierre de una visita a Colombia, adonde han huido miles de migrantes venezolanos.

El pontífice elevó una plegaria especial por la “amada y vecina Venezuela”, tras rezar el Angelus en la iglesia San Pedro Claver del puerto de Cartagena.



“Hago un llamamiento para que se rechace todo tipo de violencia en la vida política y se encuentre una solución a la grave crisis que se está viviendo y afecta a todos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos”, afirmó Francisco.

El papa dirigió su mensaje al pueblo venezolano, pero se refirió en específico a quienes han encontrado un “lugar de acogida” en Colombia.

Entre los más de 300.000 migrantes que han llegado al país procedentes del otro lado de la frontera, se cuentan por miles los que lo han hecho en los últimos tiempos huyendo de la deteriorada situación económica y política.

El Vaticano ha apoyado los intentos fallidos de diálogo entre el presidente Nicolás Maduro y sus adversarios políticos.

 

Carnaval para honrar la visita del papa

Colombia despidió anoche al papa Francisco al término de su visita de cinco días al país con honores de jefe de Estado y un vibrante espectáculo musical del Carnaval de Barranquilla.

El papa llegó en helicóptero al aeropuerto internacional Rafael Núñez, de Cartagena, tras oficiar su última misa en el país y fue recibido por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos y su esposa al lado de una formación de cadetes de la Armada Nacional.

Antes de partir Francisco les dijo a los colombianos que “Si Colombia quiere una paz estable y duradera, tiene que dar urgentemente un paso” en la dirección “del bien común, de la equidad, de la justicia, del respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias”.