Según reportes, en la audiencia se necesitó la ayuda de un intérprete, la jueza dictó restricciones diseñadas para salvaguardar la vida de las “presuntas víctimas” que están involucradas en el caso, el cual consta de 15 cargos por abuso infantil a un menor y secuestro, además la jueza fijó la fianza de diez millones de dólares, según información que recoge la afiliada Univisión Área de la Bahía.
Greg Chiarella, representante de la Fiscalía del Condado Contra Costa, dijo que hay cuatro órdenes de restricción, una por cada víctima, prohibiendo al salvadoreño cualquier forma de contacto o acercamiento con las víctimas.
El abogado defensor del salvadoreño, Martín Caraves aclaró que no hubo declaración por parte de Hernández, debido a que la formalidad de la demanda apenas había sido entregada y carecía de pruebas para el caso.
“Voy a defender a mi cliente lo mejor que yo pueda, hoy apenas se declaró y apenas me dieron la demanda formal del caso, no tengo absolutamente nada de evidencia”, expresó.
El próximo 17 de enero es la fecha en el cual se le dará lectura oficial de los más de diez cargos de abuso infantil, además del delito de secuestro. Según información, una reportera de un medio local abordó a los familiares para conocer su reacción, la esposa del acusado respondió diciendo “acepta a Cristo, mi amor”.
Miembros de la comunidad religiosa acudieron a la corte para exigir justicia y algunos expresaron haber dejado de asistir a la iglesia debido a los rumores que se escuchaban. “Me siento indignado por la situación. Yo dejé de ir a la iglesia porque principalmente se escuchaban rumores de lo que estaba pasando”, dijo un feligrés.
El fiscal del caso dijo que si en caso se presenten personas a declarar de ser víctimas de Hernández, podrían imponerse más cargos.