Las enfermeras y hasta el personal de limpieza del Hospital del Diagnóstico se portaron a la altura de las circunstancias y fueron vitales para mi recuperación. Con ellos vivo eternamente agradecidos, al igual que con mi familia y mis amigos quienes con sus oraciones y atenciones personalizadas me apoyaron en todo momento. Muy especialmente estoy agradecido con los médicos Samuel Antonio Alfaro Castro y Leandro JeovanyRodríguez Marinero, quienes humanamente hicieron una labor científica muy profesional. Gracias doctores.
Estando internado me enteré del coronavirus que entonces solo afectaba a China. Una enfermera, Daniela Ramos, me explicó en que consistía la enfermedad y me dijo que si ese virus llegaba al país podía afectar a muchos, pero que el personal médico siempre iba a estar dispuesto a trabajar para contener la enfermedad.
Y vaya que tenía razón la enfermera Ramos. Los médicos, enfermeras, socorristas y otros profesionales de la medicina son los que están en primera fila, tratando de contener la expansión del coronavirus (COVID-19). Ellos se están exponiendo y estoy seguro que la mayoría lo hace por vocación y amor a la profesión y a la humanidad.
Siempre he sostenido que la profesión más humana es la Medicina. En este momento en el que todos podemos ser héroes con solo quedarnos en nuestras casas protegiendo a nuestras familias (y con ello al resto de la población), son los médicos, enfermeras, paramédicos y otros trabajadores de la salud quienes han “sacado pecho” para hacer lo humanamente posible por contener la expansión del coronavirus. Más que héroes son superhéroes a veces incomprendidos, mal pagados y desapercibidos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha instado a los Estados y a los líderes empresariales de todo el mundo a incremental sus esfuerzos para garantizar que los médicos, enfermeras, socorristas y otros profesionales de la medicina que trabajan en la primera línea de la pandemia de COVID-19 reciban los equipos de protección adecuados.
A nuestro personal médico y paramédico hay que agradecerles, pero también estimularlos y protegerlos. Se exponen ellos y sus familias. Les toca hacer jornadas maratónica, trasnochar, armarse de paciencia para soportar la normal histeria colectiva y a veces deben tratar de ayudar con los insumos mínimos y soportar las críticas e insultos de quienes no entienden que no es su responsabilidad la carencia de camas o medicinas de hospitales. El personal médico y de enfermería, así como todos los que trabajan en el área de salud, son en este momento nuestros verdaderos héroes.
Igual reconocimiento merece el personal de la Policía Nacional Civil y los soldados de la Fuerza Armada. Están haciendo un excelente trabajo, aunque siempre hay alguno que abusa. Soldados y policías trabajando a tiempo completo, sin licencias, alejados de su familia y también exponiéndose al coronavirus. Para ellos mis respetos y solidaridad.
Una forma de mostrarles nuestro apoyo y respeto es quedarnos en casa si no necesitamos salir. Este virus lo superamos entre todos. Ellos recorriendo las calles y garantizando que la movilidad ciudadana sea solo la necesaria y nosotros cumpliendo las medidas dictadas por el Gobierno y las autoridades sanitarias.
Todos corremos riesgos, pero es el personal médico y los policías y soldados quienes están en primera línea. Lo mismo con quienes tienen que trabajar para mantener el abastecimiento de medicinas, alimentos y productos de primera necesidad. Quienes ya no tenemos que trabajar la tenemos fácil, pues solo debemos adoptar las medidas de seguridad e higiene y quedarnos en casa. La pandemia pasará y si todos colaboramos los efectos y secuelas negativas serán menos.
Hay que ser un héroe como los médicos, policías, soldados y quienes obligadamente tienen que trabajar. Ellos se están exponiendo, nosotros quedémonos en casa con nuestra familia. Vivir es lindo y vale la pena. Lo sé yo que estuve a punto de morir.