A partir de las 11:00 de la noche de dichas fechas y las primeras horas del 25 de diciembre y el 1 de enero, de 2015 y 2016, los parámetros alcanzaron valores de “dañino y peligroso” a “dañino y muy dañino”, respectivamente. Esos son los niveles más extremos de la tabla de medición que establece el Índice Centroamericano de Calidad del Aire (ICCA), informó el MARN.
Las autoridades recuerdan a la población que las partículas que produce la quema de pólvora y que quedan flotando en el aire pueden poner en riesgo la salud humana y aumentar las enfermedades respiratorias. El peligro que representa es tan alto que estas partículas pueden influir en el surgimiento de enfermedades cancerígenas.
"La población quema pólvora por un tema cultural, lo ideal sería no realizar esta práctica, tanto para evitar la afectación a la salud como para frenar la contaminación ambiental", dijo Claudia Salazar, técnica en calidad del aire del Observatorio Ambiental.
Así mismo, el MARN también señala que esta práctica representa un peligro para los incendios forestales.