Pese a la reducción de los casos de gusano barrenador de ganado (GBG), los productores salvadoreños han reportado casos aislados en las ciudades de Aguilares, El Paisnal y Guaymango, confirmó la Mesa Agropecuaria Rural e Indígena.
El coordinador de la Mesa, Mateo Rendón, señaló que también se han dado casos esporádicos en la zona del Bajo Lempa y el norte de Usulután.
“Donde hay infestación, que han aparecido dos o tres, se organizan las campañas permanentemente”, puntualizó Rendón.
Los productores confirmaron que los casos esporádicos corresponden tanto a ganado como a animales de compañía.
Rendón aseguró que, a nivel regional, El Salvador ha sido reconocido por el manejo que ha tenido en relación con los casos de gusano barrenador.
El GBG reapareció en El Salvador el 10 de diciembre de 2024, cuando se confirmó que un bovino dio positivo a la enfermedad luego de cerca de 30 años desde la erradicación de la misma.
Pese a no tenerse un boletín oficial relacionada con los casos, hasta el 28 de junio de 2025 el país registró 2,973 casos de la enfermedad, según datos del Organismo Internacional regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) revelado en un comunicado por el Sistema de Integración Centroamericana (Sica).
Atención
De la mano con las campañas de vacunación para desparasitar y atacar la enfermedad, así como la ampliación de medicamentos enfocados en matar la miasis de la mosca Cochliomyia hominivorax, los productores han comenzado a implementar trampas contra las moscas.
La iniciativa surgió luego de una serie de capacitaciones a cargo del Oirsa, en julio de 2025. La Mesa Agropecuaria confirmó un mes después que las trampas funcionaban con una carnada -con olor a sangre- y se aguardaban 30 minutos para que las moscas ingresaran.
Cuando las moscas caen, son asesinadas con electricidad.
En ese momento, los productores se encontraban en las primeras prácticas, pero, en la actualidad, la técnica ya es ejecutada en las zonas donde hay propagación de moscas.
“Si hay un territorio o zona que se considera que hay bastante mosca, esa es otra cosa que contribuyó mucho, estas trampas agarran hasta 300 moscas que no van a infectar Aguilares, eso también ha reducido porque eso se mantiene”, puntualizó Rendón.
Las trampas tienen que ser cambiadas cada cierto tiempo, y se procura colocar en diferentes lugares, indicó el productor.
Rendón aseguró que el control de la enfermedad se debe a diferentes factores, principalmente las campañas ejecutadas por el MAG, la accesibilidad de los medicamentos y la difusión de información a través de los medios de comunicación.